Un tribunal argentino reactiva la causa contra la dueña de 'Clarín'

Un tribunal argentino ha ordenado reactivar la causa, paralizada desde hacía meses, contra la directora y propietaria del diario argentino Clarín, Ernestina Herrera de Noble, de 78 años, por el presunto delito de apropiación de dos hijos de detenidos-desaparecidos durante la dictadura. La Sala II de la Cámara Federal de San Martín ha desautorizado al juez Conrado Bergesio, instructor actual de la causa, al revocar la falta de mérito (ausencia de pruebas) de la señora Herrera de Noble, que había dictado el referido juez.

Asimismo, el tribunal ordena al juez que instruya la realización del estudio de histocompatibilidad [prueba de ADN para determinar la identidad] a los jóvenes Marcela (27 años) y Felipe (25 años), adoptados por la directora de Clarín en los años de la dictadura. "Es un fallo muy positivo porque ordena lo que en derecho se debe hacer. Esta causa no la hemos podido continuar por todas las trampas del grupo Clarín", declaró la abogada Alcira Ríos, de Abuelas de Plaza de Mayo. "La resolución no se inclina por ninguna de las partes", replicó Eduardo Padilla, abogado de la directora de Clarín. "El juez tiene ahora que resolver. O procesa a la señora o archiva la causa", añadió.

La decisión de la Cámara de San Martín abre un nuevo capítulo de uno de los escándalos de mayor impacto en Argentina en los últimos tiempos. El caso estalló la noche del 17 de diciembre de 2002, cuando Herrera de Noble fue detenida en su domicilio por la Policía Federal. La orden llevaba la firma de Roberto Marquevich, titular del juzgado federal número 1 de San Isidro. Se trata de un juez conocido en Buenos Aires por la audacia y polémica que han generado algunas de sus decisiones. Fue el artífice del arresto, entre otros, del ex dictador Jorge Rafael Videla.

Marquevich actuó contra la todopoderosa señora Herrera de Noble por una querella presentada en 2001 por las Abuelas de Plaza de Mayo, que habían recibido desde seis años atrás diversas denuncias de que los hijos adoptivos de la directora de Clarín eran hijos de detenidos-desaparecidos durante la dictadura.