Los accidentes de tráfico se sitúan entre los grandes problemas de salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido los accidentes de tráfico y las medidas para evitarlos para celebrar hoy el Día Mundial de la Salud. La OMS quiere que la población y los Gobiernos se sensibilicen con un problema que cada año deja 1,2 millones de muertos en el mundo y más de 50 millones de heridos. Las previsiones son aún más alarmantes: si la tendencia actual sigue, estas cifras aumentarán un 60% hasta 2020. Un informe elaborado por la OMS y el Banco Mundial hace especial hincapié en los países en desarrollo, donde se recogerán los peores datos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es consciente de que los vehículos y la mejora de las comunicaciones pueden contribuir ampliamente al desarrollo económico y social de numerosos países. Pero advierten que esta mejora puede acarrear nefastas consecuencias si la seguridad en la circulación no se convierte en una prioridad. A los muertos cada año en carretera, 1,2 millones, hay que sumar las personas afectadas temporalmente o para siempre por un accidente de tráfico, que se colocarán en el tercer puesto en la lista de enfermedades, sólo por detrás de las que sufran cardiopatías isquémicas y depresiones (ver gráfico). Entre los más de 50 millones de heridos, unos cinco millones podrían quedar incapacitados permanentemente, según el informe de la OMS.

Redactado por más de un centenar de especialistas, el estudio destaca que los accidentes de tráfico son la segunda causa de mortalidad en el mundo entre las personas de 15 y 29 años y la tercera entre los de 30 y 44.

La Organización explica que en los países desarrollados los ocupantes de vehículos privados son las víctimas mortales del 70% de estos accidentes mientras que en países pobres o en desarrollo la mayoría de los expuestos a estas lesiones son peatones, ciclistas, motoristas y usuarios de transporte público, que viajan sin suficientes condiciones de seguridad. En 2002 la tasa mundial de mortalidad debida a accidentes de tráfico era de 19 por cada 100.000 habitantes. Pero en esa media, los países con ingresos elevados sólo contaban en un 12,6 mientras que los países con ingresos medios o bajos tenían 20,2 muertes por cada 100.000 habitantes. África y el Mediterráneo Oriental tienen superan la media, con 28,3 y 26,3 muertes por cada 100.000 habitantes.

Los hombres tienen en general más probabilidades de engordar la lista de accidentados porque tienen más tendencia que las mujeres a conducir ebrios y a correr en carretera; en esa media de 19 muertos por cada 100.000 habitantes, un 27,6 son hombres y un 10,4, mujeres. Y respecto a la edad, los jóvenes superan a los adultos en población de riesgo. Además, cada año mueren 180.000 niños de menos de 15 años y centenares de miles quedan dañados de por vida.

¿Acaban las víctimas en este recuento? No. El estudio de la OMS no olvida las "100.000 familias que en la actualidad deben hacer frente a la muerte o incapacidad en sus hogares". "Familias, amigos, vecinos, colegas, profesores", podrán sufrir problemas psicológicos o sociales como consecuencia de los accidentes de tráfico.

Cálculos prudentes indican que el coste anual de los accidentes de carretera se elevaría a 520.000 millones de dólares en todo el mundo. A los países pobres o de ingresos intermedios les costaría 65.000 millones de dólares, según las cuentas de la OMS. Eso representan más de la ayuda para el desarrollo que reciben esos países. En las zonas mundiales de alto desarrollo decican una media del 2% del PIB a estos accidentes de circulación.

Todos estos terribles datos no son una fatalidad, según la OMS, sino consecuencias que pueden prevenirse. "Los acccidentes de circulación se pueden evitar si se reconoce que constituyen un grave problema para la salud pública y si los gobernantes y otros toman las medidas para evitarlos", recuerda el director general de la OMS, Lee Jonng-Wook .

Se puede prevenir

Entre las medidas que se proponen señalan: disminuir la exposición al tráfico rodado de los colectivos más vulnerables, por ejemplo los escolares; mejorar las condiciones del tráfico rodado: visibilidad en carretera, buena señalización, vetos a la alta velocidad, fijar taxas máximas permitidas de alcohol, iluminación diurna para motos y motocicletas; se pueden reducir los riesgos de traumatismo si se tienen en en cuenta, dice la OMS, el uso de los cinturones de seguridad, la instalación de airbags, el uso del casco... Entre las muchas recomendaciones también las hay para los profesionales sanitarios, para los fabricantes de automóviles, para los servicios de emergencia.

Los accidentes, dice el informe, se pueden prevenir, pero lamenta la descoordinación existente en muchos países para ello. Las responsabilidades están dispersas entre numerosos organismos y eso dificulta de forma dramática la atención a los accidentes de tráfico. "No hay una persona o entidad encargada de coordinar las actividades y ocuparse del problema en su conjunto, por lo que no es de extrañar que, a menudo, haya falta de voluntad política para tomar medidas eficaces".