Los grandes de Hollywood buscan un nuevo líder

Los principales estudios de Hollywood van a perder al que ha sido su valedor frente a Washington y al resto del mundo durante las últimas cuatro décadas, Jack Valenti. A sus 82 años, su marcha parecía no llegar nunca, a pesar de que en los últimos años la había anticipado en varias ocasiones. Ésta es la definitiva, con el anuncio de su dimisión como presidente de la Asociación Americana del Cine. El cargo, creado en 1966 y ocupado desde entonces por Valenti, agrupa a los siete principales estudios de la industria del cine -Disney, Warner Bross, Universal, Sony, 20th Century Fox, Paramount y MGM- bajo una sola voz, la suya, ya sea como intermediario frente al Gobierno o a la hora de representar a Hollywood en el extranjero.

Sólo necesita dos palabras para resumir el mayor logro de su carrera: 'He sobrevivido'

Valenti no es nada glamouroso, es bajito, canoso y tiene un marcado acento tejano, pero se ha codeado con todas las estrellas y ha estado invitado a todas las fiestas. Su obra durante estos años será difícil de olvidar: es autor del sistema de clasificaciones que va del popular para todos los públicos hasta el beso de la muerte que significa el NC-17 o para mayores de 17 años.

Valenti también deja otro importante legado a sus espaldas. En los últimos años ha estado embarcado en la lucha contra la piratería que, en su opinión, le está costando a esta industria 3.500 millones de dólares al año en ingresos robados por el mercado paralelo de copias falsas de vídeo o DVD o las películas disponibles en Internet. Una lucha que ha ampliado los horizontes de su trabajo, de su despacho en Washington a un continuo viajar, ya sea por Europa o Asia. Aunque cansado, su salario no está nada mal: 1,35 millones de dólares anuales que le hacen figurar entre los 16 cargos mejor pagados de Washington. Pero este detalle no parece ayudar a la hora de encontrar un sustituto a este hombre que fue asesor de Lyndon B. Johnson, escribió sus discursos y estaba a su lado cuando juró el cargo de presidente de EE UU en el avión que transportaba el féretro de John F. Kennedy. "Jack Valenti ha sido un líder consumado en estos 38 años y no estoy seguro de lo que vamos a hacer sin él", ha declarado John Fithian, al frente de la Asociación Nacional de Salas.

Tendrá un par de meses para hacerse a la idea, el tiempo que Valenti ha calculado que costará a la agencia encargada buscarle un sucesor. Los rumores sobre los posibles candidatos ya han comenzado. El mismo día del anuncio ya se publicó una quincena de nombres entre políticos y altos cargos de la industria como Jonathan Dolgen, presidente del Grupo Viacom; Peter Chernin, al frente de News Corporation, y el presidente de la compañía Walt Disney, Robert Iger.

Valenti abandona el puesto en uno de los momentos más delicados de su carrera, con la piratería en aumento y su última batalla en este frente miserablemente perdida. "Probablemente la tenía que haber planeado de otro modo", ha admitido tras el escándalo que levantó en Hollywood su prohibición de distribuir cintas promocionales para su visionado entre las diferentes organizaciones que entregan galardones, incluida la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Su decisión dividió a la industria y finalmente se consideró ilegal en los tribunales. El escollo ha quedado salvado ahora, pues cada estudio decidirá por sí mismo si desea difundir sus cintas entre los votantes. Pero si este escándalo ha dejado un borrón en la carrera de Valenti, no será por mucho tiempo. El hasta ahora presidente de la Asociación Americana del Cine tiene garantizado de por vida un cargo de honor en esta organización, además de comprometerse a un trabajo de cinco días al mes en la Fundación Global en lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis. También ha prometido escribir sus memorias. Como dijo en su discurso de despedida, sólo necesita dos palabras para resumir el mayor logro de su carrera: "He sobrevivido".