Bono gestionará al frente de Defensa el futuro de la presencia de las tropas en Irak
Montilla será ministro de Industria, Turismo y Comercio, y Economía y Hacienda se unirán
De la conversación de la noche del miércoles entre José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente de Castilla- La Mancha, José Bono, salió un cambio de cometido para Bono. El presidente autonómico será ministro de Defensa del primer Gobierno de Zapatero. Bono le sugirió que las razones por las cuales le requería lo situaban mejor en Defensa. Su tarea inmediata será gestionar la retirada de las tropas de Irak. El líder socialista tiene cerradas otras tres carteras: José Montilla, Industria, Turismo y Comercio; María Jesús Sansegundo, Educación y Ciencia; y Carmen Calvo, Cultura.
Bono "entró de ministro de Seguridad y salió de ministro de Defensa", pero a sugerencia del propio Bono. Este comentario de un interlocutor que conoce las líneas generales de las conversaciones de la noche del miércoles entre Zapatero y Bono quieren eliminar cualquier resquicio de discrepancia. Simplemente las razones que Zapatero expuso a su compañero de partido para tenerle en su Gobierno indujeron al presidente autonómico a sugerirle que quizá su puesto estaría mejor en Defensa. Y así será.
Una de sus primeras tareas será gestionar el futuro de la permanencia de las tropas españolas en Irak. Pase lo que pase, se atribuye a José Bono las cualidades suficientes para actuar con sentido y sin ofender los sentimientos de nadie; ni de la opinión pública que ha estado en contra de esa presencia, al rechazar la guerra, ni de los militares. Además, la pertenencia de Bono al Gobierno de Zapatero echa por tierra todas las acusaciones que ha recibido el líder socialista de que él no garantizaba la cohesión de España. Nadie puede pensar que el presidente de Castilla- La Mancha vaya a estar en un Ejecutivo que ponga en riesgo esa unidad.
Y en clave de partido, a Zapatero le parece relevante que se ponga de manifiesto la capacidad de convivir de los socialistas toda vez que llama gustoso a su próximo Gobierno a quien fue su rival para la secretaría general del PSOE. Y éste acepta con igual agrado. Las fuentes consultadas añaden que muchas de las reflexiones de Bono sobre la cartera de Seguridad, que pensaba ocupar, le servirán para la cartera que finalmente ocupará, toda vez que ya concibió implicaciones en Defensa y en política internacional. Ayer mismo Bono tenía ya la primera reivindicación: Intermón Oxfam pide al futuro ministro que "cancele cuanto antes las exportaciones de armas a Colombia". Como respuesta, el PSOE expresó anoche su satisfacción por "la donación [anunciada el mes pasado] a Colombia de dos aviones medicalizados" para rescates en zonas remotas y añadió que el resto del paquete de cooperación [40 tanques y 20 obuses] "está siendo considerado dentro del traspaso de poderes".
Además de la cartera de Defensa el líder socialista tiene cerradas otras tres responsabilidades y no piensa precipitarse ya que aún le quedan varias semanas hasta que tenga que formar Gobierno. José Montilla, diputado por Barcelona y primer secretario de los socialistas catalanes (PSC), será el ministro de Industria, Turismo y Comercio: María Jesús Sansegundo, vicerrectora de la Universidad Complutense, será la titular de Educación y Ciencia, y Carmen Calvo, ex consejera de Cultura del Gobierno de Andalucía, será la titular de Cultura del nuevo Gobierno de España.
A excepción de Montilla, todos los citados pertenecen al comité de notables que creó Zapatero hace un par de meses. Y probablemente de ese comité de diez personas saldrán más ministros, aunque todavía nada está cerrado. Economía y Hacienda se unen, aunque del primer departamento se desgajan las competencias que ahora unidas gestionará Montilla. Pedro Solbes, vicepresidente de la Comisión Europea, es uno de los nombres que suena para ese puesto, aunque Zapatero no descarta que su asesor económico, Miguel Sebastián, también forme parte del Gobierno. Solbes y Sebastián también están integrados en el comité de notables, auténtico embrión del Ejecutivo de Zapatero.
Sin cartera aún concretada, es prácticamente seguro que en el Gobierno de Zapatero estará su hombre de confianza, Jesús Caldera, al frente de una responsabilidad "muy importante", según todas las fuentes consultadas. También suena con fuerza el actual responsable de Libertades y Desarrollo Autonómico de la ejecutiva federal socialista, el canario Juan Fernando López Aguilar. En ambos casos, Zapatero ha hecho público, en mítines de campaña y sin citarles, su disposición a incluirles en su gabinete.
Miguel Ángel Moratinos sigue situado en Exteriores, aunque aún sin cerrar, y también es muy probable que el ex magistrado y diputado por León José Antonio Alonso ocupe alguna cartera, así como la ex consejera de Economía del Gobierno andaluz, Magdalena Álvarez, también notable del equipo de Zapatero. Lo cierto es que pocos miembros de la ejecutiva irán al Gobierno, tal y como se preveía desde el primer momento.
Borrell, cartel europeo
Sí mantiene Zapatero intacto su compromiso de que el Gobierno sea paritario: mitad hombres, mitad mujeres. Además, es posible que si finalmente decide crear dos vicepresidencias, una de ellas con seguridad sea para una mujer. Se citan en círculos de la dirección socialista el nombre de la actual secretaria general del Grupo Parlamentario Socialista, María Teresa Fernández de la Vega, y algunas fuentes miran hacia algún consejero o consejera del Gobierno de Extremadura, que preside Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Sí es seguro que el ex ministro José Borrell, que no ha ido voluntariamente en esta ocasión en las listas al Congreso, será el cabeza de lista al Parlamento Europeo para las elecciones que se celebrarán el próximo 13 de junio.
Ésta será la iniciativa que tomará la comisión ejecutiva federal del PSOE a propuesta de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, que ve en Borrell un candidato con mucha fuerza para encabezar esa lista y, sobre todo, para desarrollar un trabajo importante en el Parlamento Europeo.
Borrell ha trabajado en la Convención Europea y es gran conocedor de los entresijos y trabajos para la ampliación de la Unión Europea, así como de la Constitución que ahora el PSOE en el Gobierno quiere impulsar. Borrell todavía no ha dicho nada al respecto, pero en su partido se confía en que acepte y posponga sus planes iniciales de retirarse de la política y ocupar su cátedra o aceptar las propuestas de diversas universidades extranjeras.
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