Dirigentes de la CEOE consideran inmerecida la derrota de Rajoy

La patronal CEOE ha aprobado una resolución en la que ofrece su "sincera colaboración" con el futuro Gobierno socialista. Un mensaje que no recoge el profundo malestar de algunos de sus dirigentes con los resultados electorales, según pusieron de manifiesto el miércoles en su comité ejecutivo. Varios asistentes consideraron inmerecida e injustificada la derrota del PP, y se barajó la posibilidad de hacer un homenaje a Aznar.

El debate que mantuvo la confederación empresarial el pasado miércoles se cerró con el compromiso de no emitir ninguna opinión oficial "sobre la figura, programa o equipo del próximo Gobierno" hasta que que se celebre el debate de investidura. Por el momento, se limita a expresar su disposición a "una sincera cooperación para mantener el diálogo social" con el futuro Ejecutivo.

Un ofrecimiento de colaboración que a juicio de la dirección socialista requerirá tender puentes. Los responsables económicos del PSOE han detectado "reticencias" en la patronal a entablar una comunicación regular. Son mejores las relaciones a título individual con empresarios y, de hecho, tras la noche electoral, en la sede de Ferraz se recibieron diversas felicitaciones, entre ellas la del consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.

Las relaciones entre la CEOE y el PSOE han sido "poco fluidas". No lo han sido en los últimos años, ni lo son ahora, porque en la confederación empresarial no se había contemplado un escenario en el que el partido socialista fuera una opción cercana de Gobierno.

De ahí la sorpresa, y el malestar en algunos casos, que han producido los resultados electorales del 14-M. Una reacción que se puso de manifiesto en las críticas vertidas en la reunión que mantuvo el pasado miércoles el comité ejecutivo de CEOE. Se trata de un órgano formado por el presidente, el secretario general, los vicepresidentes y los vocales. En total, una veintena de personas.

Intervenciones críticas

Varios asistentes aseguran que las intervenciones más duras fueron las de Juan Jiménez Aguilar, secretario general de CEOE, y de Gonzalo Pascual, presidente del Consejo de Turismo y de la empresa Marsans. No entraba en sus cálculos la victoria socialista, y ha causado una cierta decepción la derrota de Mariano Rajoy y el Partido Popular. Jiménez Aguilar llegó a atribuir como propios los resultados del PP hasta el punto que alguno de los asistentes llegó a comentar jocosamente si la CEOE se había presnetado a las elecciones. Las fuentes consultadas también han comentado que alguno de los más beligerantes llegaron a decir que la actitud de los partidos de izquierda tras los atentados había sido "inadmisible".

Prácticamente, todos los intervinientes coincidieron en la sorpresa que ha causado en la sede de la CEOE el radical cambio que se ha producido respecto a unas encuestas que anticipaban la mayoría absoluta del PP hasta hace una semana. El sábado ya tuvieron indicios de que los populares podrían tener un retroceso y obtener en torno a 165 o 170 diputados, pero siempre por delante del PSOE, para el que estimaban unos 150 escaños.

Algunos miembros del comité ejecutivo de la CEOE creen que en las horas previas a la votación del domingo se produjeron hechos "irregulares". Y en la reunión del miércoles se barajó la posibilidad de ofrecer un homenaje al presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar. Ante el nuevo escenario decidido en las urnas, se planteó elaborar una especie de manifiesto para exponer al futuro Gobierno las reformas que la patronal cree necesarias. Una iniciativa que finalmente no se consideró conveniente, pero una vez que se haya formado el nuevo equipo de gobierno socialista.

En la campaña electoral, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, ya adelantó algunas medidas de reforma, entre ellas una ley de huelga que prohíba la actuación de piquetes informativos, acercar los contratos fijos a los temporales en el coste del despido, la reducción de las cuotas empresariales a la Seguridad Social y una reforma de la negociación colectiva.

Santiago Herrero, presidente de la patronal andaluza, y Joan Rossell, de la catalana Fomento del Trabajo, señalaron a sus compañeros que ahora comparten un mismo escenario con gobiernos de izquierdas.