El candidato Rato

Señalado ya oficiosamente como el único candidato europeo a dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI), el vicepresidente español Rodrigo Rato protagonizó ayer la reunión en Bruselas de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin). A sólo cinco días de las elecciones en España, cuyo resultado condicionará el futuro de Rato, el Ecofin pactó un calendario que le beneficia claramente: se retrasa al día 24 o 25 el nombramiento del nuevo miembro del directorio del Banco Central Europeo (BCE), cargo al que aspira el español José Manuel González-Páramo, y deja para comienzos de abril la candidatura europea para el FMI. Rato dispone así de un margen para decidir porque será casi imposible que ambos cargos recaigan en españoles.

Rato suscita apoyos unánimes entre las grandes corporaciones empresariales españolas

"Ningún ministro hizo comentario alguno en contra de la candidatura de Rato ni tampoco nadie mencionó a otro u otros posibles candidatos" para sustituir al frente del FMI al alemán Horst Köhler, aseguraron fuentes del Consejo al concluir en la tarde de ayer el Ecofin. Köhler anunció el jueves su decisión de abandonar el cargo tras recibir la propuesta de convertirse en presidente de Alemania. La cuestión apenas fue tratada oficialmente en el Ecofin, pero en los pasillos era el tema "del que todos los ministros hablaban", según personas presentes en la reunión.

No ha sido realmente para Rato, en plena campaña y con la incertidumbre de su papel en el Gobierno si gana el PP las elecciones, el mejor momento para que Köhler dimitiese y dejase abierto el melón de la sucesión a un puesto tan apetecible. Ayer, los comentarios públicos fueron tan prudentes como significativos, empezando por el propio Rato, quien el día anterior ya dijo que no se prestaría a especulación alguna hasta que pasen las elecciones. A mediodía, se limitó a declarar que el Ecofin aún no había tratado el tema. "Es todo lo que voy a decir", añadió con una leve sonrisa. "La prioridad", dijo después, "es que el candidato sea un europeo".

La conferencia de prensa que ayer organizó Rato, a la que habitualmente sólo asisten periodistas españoles, fue seguida con gran interés por informadores extranjeros. El vicepresidente español, de muy buen humor, fue seguido por los pasillos por varias cámaras de televisión. Tras haber sido desbancado hace meses por Mariano Rajoy como potencial sucesor de José María Aznar, Rato ha sido citado como posible vicepresidente o ministro de Exteriores si el PP vuelve a formar Gobierno, y presidente de la Comisión Europea.

El propio Rato ha dejado entrever a sus colaboradores que la idea de dirigir el FMI le resulta atractiva. Otra cosa es lo que reclame su partido. En estos momentos, no hay dudas de que podría ocupar cualquier cargo junto a Rajoy. "Pero ir al FMI supone un éxito para la política económica del PP, así como un eslabón más en la carrera de Rato", aseguran fuentes del PP.

En el PSOE consideran, tras subrayar que es importante que sea un español, que no es precisamente el perfil idóneo para el puesto. "Tendría que aprender mucho de países emergentes, de la nueva arquitectura internacional y de la prevención de las crisis", sostienen.

El nombre de Rato sí suscita apoyos unánimes entre las grandes corporaciones españolas, que dan por hecho que si él quiere, el puesto es suyo. Fuentes consultadas señalan que sería muy importante para España no sólo por el prestigio que supone para el país, sino también por la especial relevancia que tiene para abordar los problemas financieros de países de determinadas zonas, especialmente de Latinoamérica, donde los grupos españoles tienen muchos intereses económicos. "Es el enlace perfecto entre Estados Unidos, principal socio del FMI, y Latinoamérica", dice una fuente bancaria.

Ya en la noche del lunes, se acercaron a Rato muchos de sus homólogos: el alemán Hans Eichel, el francés Francis Mer y el italiano Giulio Tremonti. "Sonrientes, los tres se dirigían a Rato en voz baja", comenta una persona que los observaba. El Eurogrupo ha aplazado a finales de mes la elección del sustituto del español Eugenio Domingo como uno miembro del Comité Ejecutivo del BCE.

El también español González-Páramo, catedrático de Hacienda Pública y consejero ejecutivo del Banco de España, figuraba como el candidato con más opciones a ese cargo, al que también aspiran el irlandés Michael Tutty, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, y el belga Meter Praet, director del Banco de Bélgica. Oficialmente, todo el mundo negó que haya una relación directa entre uno y otro nombramiento, pero en privado todas las fuentes precisaron que será "prácticamente imposible" que ambos nombramientos recaigan en un español.

"Hemos debatido brevemente la cuestión y hemos decidido estudiarla en profundidad en la reunión de comienzos de abril", señaló Charlie McGreevy, el ministro de Finanzas de Irlanda, el país que ahora preside la UE. "La Comisión está totalmente a favor de que el candidato sea europeo", agregó el comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes. Para Mer, "el sucesor debe ser europeo". "Hay unanimidad para defender una candidatura europea", añadió el ministro belga, Didier Reynders.

El alemán Eichel aseguró que Berlín no presentará un candidato, mientras fuentes británicas indicaron que la posible candidatura del ministro Gordon Brown "parece difícil, aunque no está total y definitivamente descartada". Precisamente, fuentes españolas consultadas han manifestado que Rato tiene el respaldo de Blair.

La partida, en todo caso, no está terminada. Puede presentarse aún alguna otra candidatura europea y cabe la posibilidad de que Japón opte, como ya lo hizo sin éxito en el pasado. Por eso, el Ecofin insiste en que el candidato debe ser europeo, dado el pacto no escrito entre EE UU y Europa, que tradicionalmente se reparten el Banco Mundial y del FMI.