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El agregado militar de Chile en España, investigado por un caso de asesinato

El agregado militar de Chile en España, coronel del Ejército Rodolfo Ortega, ex jefe de la Central Nacional de Informaciones (CNI) en la ciudad austral de Punta Arenas, está siendo investigado por la justicia chilena por la muerte de una militante socialista en 1988, penúltimo año de la dictadura de Pinochet. Ortega admitió haber tenido este cargo durante cuatro años, aunque afirmó que la CNI no tuvo vinculación con la muerte de Susana Obando, de 23 años, una opositora de la dictadura, según publicó el diario La Nación. En conversación con EL PAÍS, Ortega reconoció ayer que hay una investigación en marcha, aunque aseguró que no ha sido citado a declarar.

La víctima, sostiene su madre, era dirigente de las juventudes socialistas y, un día de julio de 1988, a las cuatro horas de salir de su oficina para comprar un presente, apareció muerta en una playa de Punta Arenas, 2.400 kilómetros al sur de Santiago. La autopsia practicada por un capitán de la Armada determinó, como causa de la muerte, una "asfixia por inmersión en el mar de tipo suicida por depresión nerviosa".

Sin embargo, según se desprende de la investigación, Obando era seguida desde hace días por dos vehículos de funcionarios de la Armada, en vísperas de una visita de Pinochet a la zona. Un testigo vio ese día a unas personas que arrojaban un bulto al mar y dijo que luego le amenazaron. Otro testigo, citado por La Nación, sostiene que la mujer fue detenida, interrogada, golpeada y lanzada al mar drogada y maniatada. La familia cuestiona el informe de la autopsia, pues el médico no podía saber si la víctima tenía o no depresión e ignoró marcas en las manos de la mujer, una contusión en su rostro y un orificio de aguja que sí vieron sus parientes. La exhumación de los restos del cuerpo en 2003 no permitió aclarar el caso.

Dispuesto a declarar

El coronel Ortega dijo a La Nación, cuando lo citaron por el caso, que no lo recordaba, aunque después afirmó: "Supe que lo dieron como un suicidio". Sostiene que la CNI "no tuvo nada que ver". "No tengo idea de quién detuvo a esa persona", dice, y señala estar dispuesto a venir a declarar.

El embajador chileno en Madrid, Enrique Krauss, dijo al mismo diario chileno saber que el militar fue citado a declarar hace unos meses por el juez que instruye la causa, y lo calificó de "serio" y "excelente colaborador", aunque "frío y distante". Para Krauss, democristiano y ex ministro del Interior del Gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994), el hecho de que alguien haya trabajado en la CNI no es motivo de estigmatización. Un senador socialista, Jaime Naranjo, pidió al Gobierno y al Ejército llamar de regreso a Santiago al coronel "por el prestigio internacional del país". Planteó a este diario que los agregados militares son nombrados a partir de sugerencias del Ejército, por lo que esta institución "debería investigar más el historial de los oficiales".

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