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Leopoldo de Luis recibe el homenaje del Círculo

A Leopoldo de Luis (Córdoba, 1918), un poeta más conocido por su tarea como antólogo y crítico literario que por sus versos preocupados por lo social y los desgarros del tiempo y de la muerte, parece haberle llegado la hora de los reconocimientos. En diciembre fue el Premio Nacional de Literatura, del Ministerio de Cultura, y ayer, la medalla de oro del Círculo de Bellas Artes, de Madrid.

"No tengo más mérito que el de ser un poeta que ha resistido el paso del tiempo. Si tengo alguna vanidad es la de haber permanecido fiel a mí mismo todos estos años", decía ayer De Luis, emocionado, minutos después de ser galardonado por una institución a la que considera "el buque insignia de la cultura madrileña". Un homenaje que dedicó a sus compañeros de generación, Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro, Rafael Morales y María Beneito, entre otros: "Sé que ellos, como yo, piensan que de la gran poesía podemos salir mejores y más libres".

El presidente del Círculo, Juan Miguel Hernández de León, no ahorró elogios al explicar las razones del homenaje. "Responsable de fundamentales antologías como Poesía social española" y "figura excelsa de la creación poética" fueron algunos de los conceptos con los que Hernández definió a De Luis, destacando, además, su "actitud clara de compromiso con la sociedad, la libertad y la democracia". "Todos sus méritos nos han hecho llegar un poco más tarde que el ministerio", bromeó, "pero bien vale redundar en el reconocimiento, porque en este caso es el de los compañeros". Cinco minutos le bastaron a De Luis para llenar la sala de poesía a la hora de los agradecimientos. Citó a Pessoa -"el arte y la vida viven en la misma calle"- y se preguntó por la función del poeta en un mundo "mercantilizado y deshumanizado": "¿De qué sirvieron Homero o Dante o Garcilaso? ¿O Quevedo, con quien aprendimos que lo fugitivo es lo que permanece y dura? ¿Qué han podido? Quizá consolarnos o, cuando menos, inquietarnos".

Hombre de varias ciudades, Leopoldo Urrutia de Luis nació en Córdoba, pasó su infancia en Valladolid y reside en Madrid desde los 17 años. Estudió Magisterio y fue capitán republicano en la Guerra Civil. Herido en la defensa de Madrid, estuvo preso en Ocaña. Antes y después escribió poesía.

Autor de unos 30 libros de poemas, ha sido, sin embargo, un poeta semioculto, más conocido por su tarea crítica en revistas como Ínsula, Papeles de Son Armadans o Revista de

Occidente que por sus versos.

Entre sus libros sobresalen Alba del hijo (1946), Huésped de un tiempo sombrío (1948), Igual que guantes grises (1979, premio Nacional de Poesía), Entre cañones me miro (1981) y Cuaderno de San Bernardo (2003). Todos ellos forman parte de los dos tomos de su Obra

poética, editada por Visor el año pasado.

Entre sus obras como crítico literario destaca el libro Poesía

aprendida, en el cual se recogen artículos sobre las generaciones del 98, 27 y 36.

Leopoldo de Luis (a la izquierda), tras recibir ayer la medalla de oro. A su izquierda, el presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández de León, y Alfonso Guerra, presidente de la Fundación Pablo Iglesias.
Leopoldo de Luis (a la izquierda), tras recibir ayer la medalla de oro. A su izquierda, el presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández de León, y Alfonso Guerra, presidente de la Fundación Pablo Iglesias.GORKA LEJARCEGI
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