_
_
_
_
Tribuna:El 'caso Carod' y las elecciones andaluzas
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Menos Carod, más Andalucía

Los acontecimientos insisten en darnos la razón en lo inapropiado de convocar elecciones conjuntas y separadas en Andalucía. Todos los días nos despertamos con el parte de guerra de las hazañas dialécticas de Zapatero y Rajoy mientras se elude constantemente el debate serio y riguroso sobre los problemas reales de Andalucía.

El caso de Carod añade un elemento nuevo y distorsionador en el necesario debate andaluz. Efectivamente, Carod Rovira se ha equivocado y debe dimitir. La lucha contra el terrorismo es cosa de todos y ninguna originalidad por bien intencionada que sea puede quebrar la unidad en esta línea de acción, como tampoco, por cierto, la apropiación partidista y electoral por parte del PP en una batalla que no permite deslealtades.

El caso de Carod Rovira está robando protagonismo a los andaluces
Más información
Error político o sentido común
La campaña robada
Sospechas y sombras

Carod, además, está robando protagonismo a los andaluces. No estamos teniendo un debate serio sobre la reforma del Estatuto y el modelo de Estado. Ni siquiera importa ERC, sólo PSOE y PP, que articulan de nuevo una visión sesgada de las cuestiones de Estado en torno a un bipartidismo reforzado. Y los que participan son cómplices del gran hurto a Andalucía. Carod no, pero los que niegan a Andalucía tampoco.

Evidentemente, la crisis de Carod abre una serie de incógnitas sobre las repercusiones electorales de su actitud. Todo apunta hacia una factura importante a pagar por el PSOE, cuya oferta electoral se presenta poniendo de manifiesto una crisis grave de liderazgo, una división táctica en materia de alianzas de imprevisibles consecuencias y, la que más influencia puede tener en Andalucía, la inexistencia de un modelo de Estado único y a la vez creíble.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Chaves tendrá ahora que confirmar que su propuesta de eje Cataluña- Andalucía no es posible, sobre todo por la insolidaridad que viene desde Cataluña, ahora demostrada no sólo en la fiscalidad, sino también en el tratamiento que Carod Rovira quiere darle a la lucha contra la barbarie terrorista. El presidente del partido socialista, Manuel Chaves, también tendrá que demostrar que con su propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía no estaba dándole cobertura al Plan Maragall. Si cae Maragall, ante el acoso de populares y de su propio partido, será una vez que caiga Carod y si ambos caen, caerá la teoría de Chaves, pero quien no puede caer es Andalucía.

Antonio Ortega es secretario general del Partido Andalucista.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_