Los dominicanos, en ruinas

Los automóviles abarrotaron las gasolineras de las principales ciudades de la República Dominicana el pasado viernes por la tarde. En Santo Domingo, la capital, las colas se extendían a lo largo de varias calles. Los conductores trataban de llenar los depósitos antes de que los combustibles subieran en la medianoche.

La Secretaría de Industria y Comercio había anunciado un incremento promedio de 10,50 pesos por galón, es decir, unos cinco céntimos de euro por litro. Una semana antes había subido ocho pesos. En total, 18 (36 céntimos de euro) en siete días, la mayor alza registrada en unos tiempos en los que la devaluación de la moneda nacional frente al dólar está llevando por la calle de la amargura a ricos y pobres. En los primeros 15 días del año, comprar un dólar ha pasado de costar 35 pesos a costar casi 50. En enero de 2003 costaba 17,5 pesos, 32,5 menos que ahora.

Y ni siquiera el Gobierno, que el pasado viernes no encontraba divisas para evitar que un buque cargado de gasolina se diera la vuelta sin descargar, se libra de una crisis achacada a dos elementos. Por un lado, la quiebra de al menos dos entidades financieras en las que las autoridades monetarias dominicanas descubrieron "agujeros financieros" por valor de unos 75.000 millones de pesos (unos 1.500 millones de euros). Además, la inflación cabalga al galope: en 2003 fue del 42,66%, frente al 10,51% en 2002.

Como suele ser habitual, los salarios no han crecido en la misma proporción que los precios. En algunas empresas, la subida anual fue del 4%, cuando el promedio anual solía rondar el registrado por el IPC. En términos reales, una persona que ganaba a principios del pasado año el equivalente a 500 euros ahora gana 250.

Como se dice en buen dominicano, "no hay cuartos", y cuando el dinero falta, la desesperación suele hacer mella en las personas. Por eso, no es de extrañar que la "gente se la busque", incluso huyendo de la tierra que los vio nacer. Si a España llegan pateras a través del Estrecho, el Canal de la Mona es la vía más rápida para llegar a Puerto Rico. Los africanos buscan una oportunidad en Europa. Los dominicanos han vuelto a retomar la idea de que en Estados Unidos pueden encontrar una vida mejor.

Los datos que acaba de publicar el Servicio de Guardacostas de la Marina norteamericana dan cuenta de que, en el año 2003, apresaron a 1.942 indocumentados de origen dominicano que intentaban la aventura de la frágil embarcación que no siempre arriba a las costas boricuas, 1.141 más que el año anterior. Pero si esa cifra sirve para reflejar una situación, los datos de los primeros 15 días de 2004 son aún más escalofriantes. La Marina de guerra de Estados Unidos ha detenido desde el primero de enero a 540 dominicanos, es decir, más del 25% de todos los que apresó en el año 2003.