775 millones, coste final del Plan de Saneamiento del Gran Bilbao
En 2007 se llegará al 99% de la población pero no hay plazo para la ejecución completa
El Plan Integral de Saneamiento del Gran Bilbao, la mayor inversión pública vasca hasta la fecha, requerirá finalmente una inversión de 775 millones de euros, según el último cálculo del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia. La ejecución completa del proyecto no tiene aún un plazo concreto porque todavía no se ha definido la construcción de otra depuradora, que se ubicará en Leioa. Los responsables si aseguran que para 2007 se controlarán las aguas residuales del 99% de la población del área metropolitana, más de un millón de personas.
Los servicios del plan de saneamiento, que se empezó a ejecutar en 1983, afectan ya a casi 905.000 habitantes: todo el área metropolitana entre Bilbao y Santurtzi, salvo un tramo en Erandio y pequeñas zonas en la Margen Izquierda, donde las aguas residuales siguen fluyendo al Nervión. El proyecto no ha podido cumplir los plazos que se marcó la década pasada, cuando se anunció su finalización, primero, en 1999, luego en 2002 y más tarde en 2004, fechas que no se han podido lograr. Y tampoco se podrá cumplir la directiva comunitaria que, a partir de 2005, obligará a la recogida y tratamiento de las aguas residuales a todas las localidades de la UE con más de 2.000 habitantes. Esta meta no se alcanzará hasta 2007, según el último plan de obras del consorcio Bilbao-Bizkaia, cuando concluyan las conducciones de saneamiento para municipios como Alonsotegi, Sodupe y Arrigorriaga.
Pero la parte del plan ejecutada ha servido ya para resolver el grave problema de contaminación del Nervión, convertido, por el desarrollo urbano e industrial del siglo pasado, en una cloaca a cielo abierto para un área de un millón de habitantes, que hasta los 80 depositaba con naturalidad sus aguas fecales en la ría. Hasta ahora se han invertido cerca de 480 millones de euros y estos dos próximos ejercicios -2004 y 2005- se acometerán el grueso de las inversiones pendientes: casi 60 millones de euros cada año. Con ellos se completarán las obras en la zona de Erandio, Margen Izquierda y Barrika.
Núcleos desperdigados
Para finales de 2005 se espera ofrecer saneamiento a más de 967.000 vecinos, el 95% de la población integrada en el Consorcio, que incluye a 53 municipios vizcaínos. En 2006 se destinarán otros 28,4 millones de euros y en el siguiente ejercicio una partida de 4,5 millones dará casi por concluido el Plan Integral. Entonces, según el programa de la entidad de aguas, el servicio llegará a 1.004.137 personas. "Quedarán 10.000 habitantes desperdigados en 1.000 núcleos pequeños de población", precisan los responsables del consorcio. Salvo seis zonas con una media de 200 habitantes, la mayoría de ellos son núcleos de uno o dos caseríos. Pero estas actuaciones sólo costarán 12 millones de los 145 presupuestados a partir de 2007 para la ejecución completa del Plan Integral.
La mayor parte de los 145 millones son para la nueva depuradora de Lamiako, en Leioa, que complementará a la de Galindo, en funcionamiento desde 1991 y que es la piedra angular de todo el plan de saneamiento. Sólo en Galindo se han gastado más de 120 millones de euros.
La planta de Lamiako requiere, según las actuales previsiones, una inversión de 65 millones de euros y pretende recoger las aguas residuales de 205.000 habitantes de la Margen Derecha, que ahora van a la depuradora de Galindo. Otros 70 millones se destinarán a obras de mejora del sistema general de saneamiento
El programa aprobado en su última asamblea por el Consorcio no establece un plazo concreto para acometer el saneamiento de los núcleos aislados, la construcción de Lamiako y las mejoras. Pero, es muy probable que al menos se prolonguen a lo largo de esta década.
Las inversiones hasta 2007 se han fijado en casi 630 millones de euros, que con estas obras pendientes se elevan a 775,8 millones de euros. Esta cantidad supera ampliamente las previsiones que hasta hace unos años manejaban los responsables del Consorcio, que siempre han apuntado de que rondaría los 600 millones.
Del coste total, una tercera parte habrá sido financiado por la UE y la mitad, a cargo de los Gobiernos vasco y central y la Diputación vizcaína. El resto lo pagan los vecinos, que desde 1983 abonan por este concepto el doble de la tarifa del agua que les correspondería.
