"Los pilotos aéreos suelen ser inseguros", afirma Robert Saladrigas, ganador del Premio Josep Pla

En La llibreta groga, la novela ganadora del Premio Josep Pla,Robert Saladrigas (Barcelona, 1940) cuenta distintas historias supuestamente escritas por Alexis Casas, un piloto de líneas aéreas. "Elegí un piloto de vuelos transoceánicos como protagonista", explica, "porque me parece que los pilotos son unos personajes curiosos. Por un lado, es una profesión muy glorificada, pero los que he conocido son a menudo frágiles y, aunque tengan una apariencia chulesca, son inseguros".

"Por otra parte", añade, "también estaba la idea de volar como sinónimo de libertad absoluta, cuando en realidad los pilotos de líneas aéreas están cada vez más limitados por los corredores aéreos y el piloto automático. Vuelan, van a hoteles de lujo, viven bien, beben mucho, tienen aventuras amorosas cuando quieren... pero hay un momento, por lo menos esto es lo que le pasa a mi piloto, que se paran y ven que sus sueños no se han realizado. Entonces es cuando el personaje de mi libro empieza a escribir en su libreta amarilla, recogiendo historias para matar el aburrimiento".

Saladrigas, que ejerce la crítica literaria, considera que en su novela "hay metaliteratura, ficción dentro de la ficción. Por eso me presenté al premio con un seudónimo que es el nombre del personaje principal, Alexis Casas". El ganador del Pla comenta que no le ha sido fácil dar con un lenguaje urbano moderno, ya que, en su opinión, el catalán no dispone de un registro establecido en este campo. "Pienso que en catalán es más fácil escribir en lenguaje barroco que en lenguaje corriente", afirma. "Tenemos tantos escrúpulos gramaticales que nos cuesta soltarnos, pero yo reivindico la libertad absoluta del lenguaje para las novelas. Estamos muy esclavizados por unas reglas que nos parece que son sagradas. Y no lo son. De lo que se trata es de dar con un lenguaje que nos sirva para explicar una historia, y no es fácil".

Historias al azar

Alexis Casas se plantea escribir una novela que nadie haya escrito antes y recoge una serie de historias que se le cruzan casi al azar. "Hoy por Internet puedes encontrar las historias que quieras", comenta Saladrigas, "pero no todas te sirven para hacer literatura. Es por ello que en el libro hay bastante reflexión sobre la creatividad y también sobre el mundo actual. El nexo común de todas las historias es el piloto, que es una especie de oyente, de voyeur".

Saladrigas ha querido hablar en su novela del mundo de ahora mismo, de un momento que sitúa entre 1999 y 2001, a caballo de dos siglos. "Los temas de La llibreta groga ya estaban en mi obra anterior", señala. "El miedo a las relaciones, la imposibilidad de amar, etcétera. Pero aparecen de modo distinto. A mí me interesa plantearme desafíos cuando escribo, y en este caso me ha costado cinco años de redactar de nuevo hasta dar con el tono".

Respecto al momento actual, el ganador del Josep Pla considera que se está haciendo una literatura muy exigente y muy buena, y cita los libros de Coetzee y de Sebald. "Lo bueno", concluye, "es que hay muchos lectores que les siguen".