La vivienda es ya el tercer problema de los españoles, según el CIS
El último Barómetro muestra una excepcional mejora en la percepción política y económica
Algo debió de ocurrir entre los días 14 y 19 de noviembre, cuando se realizó el último Barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) para que la percepción de las situaciones económica y política en España reflejara un optimismo sin comparación con el resto del año o con otros meses de noviembre de años anteriores. En medio de esa creencia de que las cosas van bien, la vivienda se ha convertido en el tercer problema que más afecta a los españoles.
La vivienda empata con la inseguridad ciudadana como el tercer problema que más afecta personalmente a los ciudadanos consultados por el CIS. El primer y segundo puesto en esa preocupación son el paro y los problemas económicos. Hace un mes, la vivienda era el cuarto problema, precedido por el paro, la inseguridad y los problemas económicos. Y sigue siendo el cuarto problema cuando la pregunta es cuáles son los principales problemas de España. Ahí, el primer puesto es para el paro, el segundo para el terrorismo y el tercero para la inseguridad ciudadana. El terrorismo suele ocupar el primer puesto cuando ha habido algún atentado reciente.
Lo más sorprendente del Barómetro de noviembre es, en todo caso, la percepción de las situaciones económica y política, así como la previsión de los encuestados de cómo serán ambas dentro de un año.
Las respuestas a esas cuatro preguntas reflejan un excepcional optimismo. Así, un 32,6% de los encuestados califican la situación económica como buena o muy buena, ocho puntos más que que hace un mes. Y la ven mala o muy mala el 18,8%, cinco puntos menos que en octubre. Además, creen que todo irá a mejor dentro de un año el 20,5%, y lo temen peor el 15,9%. Hace un mes era al revés: los pesimistas (un 20,9%) ganaban en seis puntosa los optimistas (un 15,9%).
Algo similar ocurre con la situación política: sube en cuatro puntos la percepción de que es buena o muy buena y baja en cinco los que la ven mala o muy mala. Y también está en alza la percepción de que la política irá mejor dentro de un año. Durante 2003, los pesimistas ganaron casi todos los meses pero por goleada en marzo, durante la guerra de Irak. Ese pesimismo se cebó en la situación política y en sus previsiones futuras, pero también muy claramente en la valoración de las posibilidades de futuro de la situación económica.
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