El brote mortal de salmonelosis en Cáceres estuvo oculto una semana

Entre el comienzo del brote de salmonelosis que ha costado la vida a cuatro ancianos que vivían en una residencia de Jarandilla de la Vera (Cáceres) y el fallecimiento de tres de ellos pasó una semana sin que, según las informaciones disponibles, se hiciera todo lo necesario para su curación. La Junta de Extremadura responsabiliza del tema a la dirección del centro, por no informar con detalle sobre la evolución de los intoxicados, pero reconoce que dicha dirección informó de un brote de gastroenteritis el día 12 (tres después de la intoxicación) y los análisis determinaron el día 16 que era salmonelosis. Cuatro ancianos permanecen aún ingresados en el hospital, dos de ellos muy graves.

Todo empezó con la cena del día 9 de diciembre, en la que se sirvió un menú para los 77 residentes que incluía una sopa y un postre que contenía crema de nata. En ambos platos se han detectado bacterias de la salmonela.

En la noche del día 10 aparecieron los primeros síntomas y a partir del 11 se extendió un cuadro de gastroenteritis en 28 internos. Fue el viernes 12 cuando la dirección de la residencia Nuestra Señora de Sopetrán, que gestiona sin ánimo de lucro la Peña Taurina Ángel Teruel, se puso en contacto con los servicios de Atención Primaria de la zona, que enviaron a un grupo de sanitarios.

Éstos tomaron muestras de alimentos y agua en la residencia y dieron la alerta oficial sobre un brote de gastroenteritis. Pocas horas después, el sábado 13, se produjo el primer fallecimiento en la propia residencia. Inicialmente fue achacado a la deteriorada salud y avanzada edad del fallecido.

Los análisis de la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura determinaron el día 16 que el agente infeccioso era la salmonela. Entre los días 18 y 20 otros tres ancianos fallecieron en el Hospital Campo Arañuelo, en Navamoral de la Mata, donde se encuentran ingresados otros cuatro residentes, dos de ellos en estado muy grave.

Críticas

Los consejeros de Sanidad y Bienestar Social, Guillermo Fernández Vara y Leonor Flores, criticaron ayer a la dirección de la residencia por no haber informado puntualmente sobre la evolución de los enfermos. La consejera Flores aseguró el domingo en Jarandilla de la Vera que la Junta se enteró "de manera casual" el viernes 19, y que la información le llegó a través del ayuntamiento y no por la propia residencia.

El consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, señaló que fue el día 18, fecha de la segunda muerte, cuando se tuvo "oficialmente" conocimiento de la situación. El mismo consejero, sin embargo, reconoció que la residencia comunicó el día 12 el brote a los servicios de atención primaria y los análisis efectuados determinaron el día 16 que el brote era de salmonelosis.

¿Por qué no hizo nada la Junta desde que supo que era salmonela hasta que se produjo el segundo fallecimiento? "Posiblemente no hubo conciencia generalizada de la gravedad del brote", señaló anoche a este diario el director general de Atención Sociosanitaria y Salud, Emilio Herrero. Éste precisó que dos trabajadores del centro, que manipularon la cena del día 9, son portadores sanos de salmonela, y la investigación determinará si ellos fueron los transmisores o son también receptores.

Coincidiendo con el brote de salmonelosis, otros dos ancianos residentes han fallecido de pancreatitis. Herrero indicó que uno de esos dos pacientes "era terminal y otro tenía la enfermedad muy avanzada".

El alto cargo de la Sanidad extremeña insistió en que la Junta ha actuado correctamente y que ha abierto una investigación en varios frentes: para determinar el origen de la salmonelosis y para conocer con precisión la atención que recibieron los ancianos.

Leonor Flores aseguró que la residencia incumplía la relación entre el número de cuidadores y personal sanitario y el número de ancianos residentes, según lo comunicado el 21 de octubre por los funcionarios que efectuaron una inspección.

Fuentes de los familiares de los residentes han preguntado por qué, tras detectarse el brote, no fueron ingresados todos los ancianos en el hospital: "Todos los pacientes no requieren atención hospitalaria. Pueden ser tratados en la residencia si su estado general es bueno, y si se altera, entonces sí se les ingresa", señaló Emilio Herrero.