Un ensayo contrapone los claroscuros de Alejandro Lerroux
Líder del Partido Radical y cuatro veces jefe de Gobierno durante la II República, éste sería el currículo breve y aséptico de Alejandro Lerroux (La Rambla, Córdoba, 1864 - Madrid, 1949). La figura del político que ostentaba el título de Emperador del Paralelo sigue despertando tantas loas como fobias. A él dedica Ediciones B el volumen 11 de su serie Cara y Cruz, dirigida por Rafael Borràs y dedicada a sacar las luces y las sombras de 20 políticos claves en el siglo XX español. El editor Ramón Serrano se encarga en esta ocasión de sacar brillo a las virtudes de Lerroux, mientras que el periodista e historiador Rai Ferrer se encarga de su cruz. Prácticamente imposible sacar una conclusión común del discurso redactado por Serrano y Ferrer para Cara y cruz: Alejandro Lerroux. Los dos autores sólo se ponen de acuerdo en una cosa, el político fue fruto de su época.
"Es necesario valorar a Lerroux dentro de su tiempo, en una España que estaba marcada por los desequilibrios", dice Serrano. "Lerroux no fue el peor, es sólo un político más de su tiempo. Pertenecía al grupo que se odió entre sus miembros y que llevó el país a la Guerra Civil", apunta Ferrer. Serrano destaca de Lerroux su esfuerzo por la proclamación de la República y la creación de la conciencia de clase en España, el trabajo para iniciar un Estado del bienestar y, a pesar de su tono populista, la capacidad que tuvo para "dirigirse a los obreros y sacar a los políticos españoles de su discurso decimonónico de salón". "Para mí, aquellos que se enorgullecen de no cambiar nunca de camisa tienen más facilidades para equivocarse que los que evolucionan y están abiertos a otros pensamientos", concluye Serrano.
Ética de los políticos
Ferrer piensa, sin embargo, que Lerroux no fue más que "un pájaro de cuenta que sólo tuvo un interés en su vida: enriquecerse a través de la política. Un personaje gracioso que también fue muy peligroso para España". El periodista y escritor habla de su texto como un discurso contra la ética de los políticos, "que viven en una corruptela permanente", y sintetiza la figura de Lerroux en una idea ya expuesta por Madariaga: "No quebró nunca la línea del horizonte de su época, y se atuvo siempre a lo que se hacía a su alrededor".
Cada autor escribió su parte del ensayo de forma independiente y sin conocer quién se encargaba de la otra mitad. En esto consiste la colección dirigida por Borràs: ofrecer imágenes contrapuestas de políticos decisivos en la historia reciente de España. La editorial ya ha publicado los volúmenes dedicados a Alfonso XIII, Antonio Maura, Francisco Franco, Francisco Largo Caballero, José Antonio Primo de Rivera, Juan Carlos I, Juan de Borbón, Manuel Azaña y Pablo Iglesias. Próximamente aparecerán los de Miguel Primo de Rivera, Francesc Cambó, Lluís Companys, José María Gil Robles, Juan Negrín, Dolores Ibárruri, Federica Montseny, Ramón Serrano Súñer, Adolfo Suárez y Felipe González.
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