Las universidades rechazan duplicar pruebas y utilizarán la reválida para el acceso

Los rectores de las universidades públicas han pedido al Gobierno participar en la prueba de reválida para configurar un sistema cuya nota, ponderada con la del bachillerato, sirva directamente para acceder a la Universidad, como la actual selectividad. Las universidades renunciarían así a realizar pruebas propias posteriores, lo que consideran un sistema "complejo y que genera desigualdades". Ésta fue la postura mantenida por los rectores en la reunión del Consejo de Coordinación Universitaria (el máximo órgano de coordinación de la educación superior) celebrada ayer. El Gobierno, en cambio, se mostró partidario de que los centros públicos puedan realizar pruebas por universidades.

El Consejo de Coordinación Universitaria está formado por los rectores de universidades públicas y privadas, los consejeros de las comunidades autónomas y otros vocales designados por el Gobierno, el Congreso y el Senado. En la reunión de ayer se debatió el borrador de proyecto de real decreto de acceso a la Universidad que ha elaborado el Gobierno y que recoge, entre otras cuestiones, la posibilidad de que cada universidad realice pruebas propias de acceso a los alumnos una vez que hayan aprobado la reválida (que se implantará en el curso académico 2005-2006).

Los rectores plantearon, además, que se debe dejar abierta la posibilidad de que la nota obtenida en la reválida o en el bachillerato en algunas materias pese más para acceder a determinadas titulaciones, pero de una forma homogénea en toda España y con el acuerdo de las universidades.

Así lo expusieron en la reunión, entre otros, el vicepresidente de la Conferencia de Rectores (CRUE) y rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo, y el responsable de Asuntos Estudiantiles de la CRUE, el rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz. Los centros privados de educación superior sí son partidarios de realizar sus propias pruebas de acceso. A

ctualmente, las universidades privadas realizan pruebas diversas, aunque algunas se guían por la nota de la selectividad.

Estos rectores manifestaron su "preocupación" por la itinerancia y los problemas diversos que un sistema como el que establece el borrador actual de real decreto de acceso a la Universidad ocasionarían a los estudiantes. Por eso solicitaron expresamente "la retirada de la posibilidad de que existan esas pruebas en los centros públicos".

En España hay este curso 1.476.194 alumnos universitarios. El 91% estudia en 50 centros públicos, y el 9%, en los 21 privados y de la Iglesia católica. Cada año acceden a la Universidad unos 250.000 alumnos. El actual es el segundo curso en el que se ha apreciado en los estudios universitarios el efecto de la reducción de la natalidad: hay 30.054 menos que en el 2002-2003 y 106.601 menos que en el curso anterior.

Los rectores mantuvieron el miércoles en Madrid una reunión previa para debatir este tema. En ese encuentro, los máximos responsables de las universidades pusieron en cuestión el sistema de acceso a la Universidad en dos fases, creado por el Gobierno como alternativa a la actual prueba de selectividad. La primera fase consiste en superar una prueba de reválida o prueba general de bachillerato (PGB) -que debe regularse aún mediante un real decreto de desarrollo de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE)-. Estos exámenes dependerían en principio de los centros de secundaria y será necesario superarlos para obtener el título de bachiller. La segunda fase, regulada por la Ley Orgánica de Universidades (LOU), consiste en que los centros de educación superior realizarían pruebas para acceder a sus respectivas titulaciones.

La posición de los rectores se basan en un informe realizado por los vicerrectores de alumnos de las universidades. El documento señala que su propuesta pretende "salvaguardar el principio de igualdad, falicitar la equiparación entre las universidades y el desarrollo de la movilidad estudiantil, y generar confianza en los estudiantes, facilitando la planificación de sus expectativas".

Este texto propone la siguiente redacción del real decreto: "Para la regulación de la admisión en aquellas titulaciones con más demanda que oferta, las universidades utilizarán exclusivamente el valor de la calificación obtenida por cada estudiante en el título de bachillerato". Y añade que se incluya que, "de forma excepcional [como para el caso de Bellas Artes], sólo en aquellas titulaciones que el Consejo de Coordinación Universitaria considere necesario se podrán establecer pruebas de aptitud personal", con el resultado de "apto" o "no apto".

Aunque la mayoría de las comunidades autónomas ya manifestaron su intención de intentar programar una prueba común para todas sus universidades, los rectores consideran que este sistema "es excesivamente complejo y contradice el espíritu de fomentar la movilidad del distrito abierto universitario", según manifestaron el miércoles. El distrito abierto permite a los alumnos pedir plaza en cualquier universidad española, con independencia de donde hayan cursado el bachillerato.