Pinochet niega los crímenes y se define como un "ángel"

El ex dictador Augusto Pinochet dijo que se considera un "ángel", negó su responsabilidad en los crímenes de la dictadura (1973-1990), atribuyéndolos a "excesos" de sus subordinados, y afirmó que no debe pedir perdón a nadie, sino que tienen que pedírselo a él, en una entrevista que transmitió un canal de televisión de Miami. A los 88 años, que ayer celebró con un grupo de más de 250 personas entre ex cortesanos de su régimen y familiares, Pinochet parece más preocupado de la historia que del presente.

Luce en la pantalla un terno azul, tiene un bastón en sus manos y aparece más obeso y con una dicción vacilante, que refleja su edad, pero no a una persona con demencia senil, la causa invocada por la Corte Suprema para sobreseer el proceso contra el ex dictador. Sus afirmaciones irritaron al Gobierno y a los familiares de las víctimas de la dictadura, quienes las rechazaron, e incluso molestaron a varios de los hijos de Pinochet, porque ponen en duda su supuesta demencia. Al ministro del Interior, José Miguel Insulza, le pareció "patético" un Pinochet que conserva "la misma inhumanidad de siempre. Este hombre no va a reconocer nunca lo que hizo y siempre lo va a justificar".

Aunque carece de peso político, Pinochet se las arregla en sus cumpleaños para estar en el primer plano. En la entrevista en un canal anticastrista de Miami, el general asegura: "Yo me considero un ángel". No acepta haber sido dictador. "Las dictaduras terminan mal. Yo siempre actué con sentido democrático, por eso que llevé a elecciones".

Sin remordimientos

Sobre los crímenes de su régimen, Pinochet afirma no tener "remordimiento de nada". "Yo no he asesinado a nadie, no he dado orden de asesinar a nadie". El general, que cuando gobernaba decía que en Chile no se movía una hoja sin que él lo supiera, responsabiliza a sus subordinados por los crímenes: "En todas las luchas políticas del mundo hay excesos y hay gente que no se controla, así que es posible que yo haya tenido excesos".

Con énfasis, rechaza la posibilidad de pedir perdón a alguien. "Perdón, ¿de qué?, ¿de que íbamos a transformarnos en otra Cuba? Perdón deberían pedirme ellos a mí". Cuando la periodista pregunta quiénes son "ellos", replica: "Los que son del otro lado, los comunistas, los marxistas". Pinochet dice haber actuado por amor al país y que volvería a repetir todo lo que hizo, porque gracias a él Chile se ha ido "para arriba".

Parece estar más consciente del final, aunque dice tener buena salud y que a veces sufre de dolores de cabeza que se controla con medicamentos. Sostiene el ex dictador que la justicia "no fue justa" con él. Ahora estoy esperando a que la justicia divina actúe". Está terminando de escribir un libro, que será publicado en forma póstuma. "No quiero que futuras generaciones piensen mal de mí y quiero que sepan lo que realmente ocurrió, ya que siempre actué bajo principios democráticos".