La gripe vuelve a causar esperas de hasta cinco horas en urgencias
Los usuarios se quejan de falta de pediatras en los ambulatorios
"Jarabe contra la fiebre, agua y, sobre todo, paciencia". Este es el consejo que el jefe de urgencias del hospital Sant Joan de Déu no se cansaba de repetir ayer por la tarde. Un atareado Carles Luaces intentaba coordinar un servicio de urgencias al borde del colapso y que esperaba cerrar el fin de semana con un millar de niños atendidos a causa de la epidemia de gripe intestinal.
El cansancio era visible tanto en los médicos como en los padres, que en los casos poco graves esperaron hasta cinco horas. Y la gripe no es la única culpable. Los médicos creen que ha faltado previsión. La gripe se ha adelantado este año, sobre todo la variante intestinal infantil. El Departamento de Sanidad aseguró que adelantaría la puesta en marcha del dispositivo especial, pero la solución no ha llegado.
Si a esto se le añade que muchos padres quieren que sea un pediatra y no un médico de guardia de primaria quien atienda a su hijo, se entiende que el flujo de pacientes hacia los servicios de urgencias hospitalarias no deje de aumentar.
Y las urgencias no dan para más. Las dos salas de espera del hospital de Sant Joan de Déu estaban rebosando de familias con niños que ya no sabían cómo llenar las horas. "Llevo aquí cinco horas y ahora tengo que esperar una radiografía", se quejaba Gabriela Gómez, de Santa Coloma de Gramenet, que no entendía por qué razón no hay un pediatra de guardia en su población. "He preferido venir aquí porque esperas, pero el trato es muy bueno", explicaba.
Médicos insuficientes
Ana María Cayero, de Sant Boi, se encontraba en la misma sala de espera, con su marido y su hijo de apenas cuatro años. "En Sant Boi no tenemos un pediatra de guardia y el médico que hay los fines de semana en el centro de atención primaria no da abasto, ¿es que no hay nadie para arreglar esto?".
En el hospital Vall d'Hebron la situación no era mucho mejor, aunque las esperas no llegaron a las registradas el domingo de la semana pasada.
El responsable de urgencias de Sant Joan de Déu, Carles Luaces, explicó que de los 500 niños que atendieron el sábado, 370 presentaban un cuadro de gripe intestinal, con fiebre alta, vómitos, descomposición y malestar. El hecho de que la fiebre se mantenga alta durante cuatro o cinco días alarma a los padres, que ayer no dudaban en acudir al hospital desoyendo los consejos del Departamento de Sanidad.
La Generalitat aconseja que se acuda a los ambulatorios de atención continuada, donde hay uno o dos médicos de guardia. "Estos médicos tienen la preparación suficiente para atender a la mayor parte de pacientes, aunque sean niños", afirma un portavoz de Sanidad. Pero los profesionales, tanto de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar como del sindicato Metges de Catalunya, se quejan de la falta de medios.
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