"Esperamos dejar las cosas mejor de lo que estaban"
El Consejo provisional ha sido incapaz de elegir una Asamblea Constituyente
Al anunciar el sábado el nuevo calendario para que Irak recupere su soberanía, los 25 miembros del Consejo de Gobierno sabían que estaban dando el primer paso para su disolución. Cuando en junio del próximo año la nueva Asamblea elija un Gobierno de transición, desaparecerán el Consejo y la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA) que lo nombró. "Todos están orgullosos de haber actuado por el interés del país y no es habitual en el mundo árabe que se produzca un relevo como éste", subraya el portavoz del Consejo, Hamid al Kify. Mahmud Othman, uno de los miembros, lo confirma: "Estaremos contentos de haber dejado las cosas mejor de lo que estaban".
Tal vez sea su percepción, pero en la calle el trabajo del Consejo de Gobierno no termina de calar. La gente no tiene una idea clara de a qué se dedican "esos 25 presidentes que ha nombrado Estados Unidos", y la mayoría está convencida de que es el administrador Paul Bremer quien manda en Irak.
Y, sin embargo, el Consejo se reúne durante largas horas cuatro días a la semana, de domingo a miércoles, en el antiguo pabellón de descanso de Husein Kamel, un yerno de Sadam Husein. Cada miembro tiene un sustituto que le reemplaza cuando no puede asistir. Una de las tres mujeres miembros, Akila al Hashimi, fue asesinada en septiembre en Bagdad.
Su primer decreto, y el más conocido, fue la supresión de las fiestas nacionales del antiguo régimen y el establecimiento del 9 de abril como día nacional. "¿Cómo celebrar el día en que fuimos invadidos por un país extranjero?", se preguntan muchos ciudadanos.
Washington preveía que la designación del Consejo fuera el primero de tres pasos para proceder a la transferencia de soberanía, seguido de la formación de una Asamblea Constituyente y de elecciones, una vez que ésta hubiera redactado la nueva Carta Magna. Sin embargo, la composición del Consejo (13 chiíes, 5 árabes suníes, 5 kurdos suníes, 1 cristiano y 1 turcomano) ha dificultado la toma de decisiones, algo para lo que requiere una mayoría de dos tercios.
El Consejo ha nombrado un Gobierno provisional y un Comité Constitucional, pero ha sido incapaz de tomar una posición sobre las alternativas que éste le ha presentado para elegir la Asamblea Constituyente. Ha sido la gota que ha colmado la paciencia de EE UU. Presionado por el aumento de los ataques, George W. Bush ha decidido acelerar la transferencia de soberanía y no esperar a que esté lista la Constitución.
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