Diálogo entre Repsol y Bolivia
Los presidentes de Bolivia, Carlos Mesa, y de la empresa petrolera Repsol-YPF, Alfonso Cortina, se reunieron ayer por primera vez para hablar de la conflictiva cuestión de la exportación de gas, que en octubre fue el detonante de la sangrienta revuelta popular que concluyó con la renuncia del anterior presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada. La grave crisis provocó la paralización del ambicioso proyecto de exportación de gas boliviano a California y México por parte del consorcio Pacific LNG (Repsol-YPF, British Gas y Pan American). Cortina recibió en un acto paralelo de la Cumbre Iberoamericana el premio a la calidad. Fuentes de la petrolera indicaron que Cortina expresó la disposición a dialogar sobre la pretensión del Gobierno boliviano de aumentar las cargas impositivas por la explotación del gas, en el marco de una modificación de la Ley de Hidrocarburos de 1996 que permita al Estado aumentar los ingresos fiscales. El otro gran escollo es la elección del puerto de salida, donde el gas licuado se embarcará rumbo a los países importadores. Cortina dejó claro que la única vía posible es Chile. En este punto el problema es político, por el agudo espíritu antichileno que impera en Bolivia.
