Landero alerta de la "desaparición" de la literatura en las escuelas
"De ser el gran consejero áulico, la literatura ha pasado a desempeñar funciones de bufón". El escritor Luis Landero se muestra pesimista ante la situación actual de la literatura, de la que culpó en parte a la "desaparición" de la enseñanza de esta materia en las escuelas. "En los colegios es donde se forman los lectores independientes capaces de no sucumbir al mercado", advirtió ayer el escritor en el VII Congreso de Escritores Españoles, que se celebra en Sevilla.
Según Landero, la "infantilización" de la sociedad en general, impulsada por la cultura de masas, ha dañado especialmente a la literatura. "Ahora su misión es entretener", apuntó el escritor, quien como profesor de Literatura asegura que en las aulas ya no vale con enseñar, "hay que divertir". "El profesor tiene que ser un showman", aseguró Landero, para quien hablar de literatura como entretenimiento es "una perversión".
Antonio Gómez Rufo lamentó también las imposiciones del mercado, pero llamó a sus compañeros a la autocrítica al advertirles de que se están "quedando solos". "El gran reto de los escritores en el siglo XXI es no convertirse en el paradigma de la soledad", subrayó Gómez Rufo, que considera que los literatos confunden a menudo "independencia con individualismo". Él no quiere ser independiente ni de su ideología, ni del mercado, ni de sus propios compañeros. "Pero asisto disgustado al hecho de que entre los escritores no hay solidaridad", apuntó.
"Suicidas sociales"
Para Gómez Rufo, la mayoría de los escritores son "suicidas sociales" y "ciudadanos desprotegidos" porque consideran que ése es el precio de la independencia. "Mi trabajo son larguísimas horas de soledad", dijo. "Cuando eres joven esto te parece divertido y bohemio, pero con la madurez te ves como un pobre", aseguró. "Me asusta pensar que si me ocurriera algo no tendría a qué recurrir".
La más joven de las ponentes de ayer, Eugenia Rico, mostró en cambio su satisfacción por la existencia de foros como el que ahora se celebra en Sevilla, aunque reconoció que la visión "idealizada" sobre la forma de vida de los escritores que tenía antes de publicar su primer libro se desvaneció en cuanto éste vio la luz. Rico habló también de la influencia del mercado sobre la independencia de los escritores. Por una parte, señaló, el mercado posibilita que algunos autores puedan vivir de lo que escriben. "Éxito y mercado no están reñidos con la buena literatura", considera la escritora, quien, no obstante, comparte las opiniones expresadas en los últimos días por varios participantes del congreso al referirse a las ventas como una "nueva forma de censura".
Sólo Fermín Cabal, el único de los ponentes de ayer que intenta subsistir en exclusiva de escribir obras de teatro, consideró "una suerte" vivir "bajo la dictadura del mercado". En el teatro, advirtió, "el mercado desaparece y es sustituido por el feudalismo. El gran patrón del teatro es hoy el Estado", aseguró Cabal.
Babelia
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