González pide votar a Maragall para evitar que el PP disgregue España
"Pondremos la primera piedra del cambio general", afirma el candidato
La importancia de una victoria de Pasqual Maragall el 16 de noviembre trasciende ampliamente los intereses de los catalanes: el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat y el ex jefe del Gobierno español Felipe González coincidieron ayer en señalar que España se la juega en las elecciones catalanas. La política de "extrema derecha" del PP conduce a la disgregación de España, sostuvo. Y para evitarlo, González pidió el voto para Maragall.
Los socialistas se han tomado muy en serio movilizar a los electores del cinturón de Barcelona, muchos de ellos originarios de otras partes de España, que tradicionalmente votan socialista en las generales pero que se abstienen en unas autonómicas. Para estos electores, la presencia de Felipe González el primer día de campaña —un hecho insólito en la historia de las elecciones catalanas— tiene un innegable efecto a sólo dos semanas de la cita con las urnas. Cerca de 2.000 personas le jalearon ayer con fervor en un polideportivo de L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad de Cataluña, uno de los emblemas del cinturón rojo de Barcelona y González exhortó a los socialistas a no caer en los "errores" de otras veces e ir a votar en masa el 16 de noviembre.
González apareció en la tribuna con muchas ganas y mucha esperanza de que una eventual victoria de Maragall suponga un punto de inflexión en la política de toda España. Su análisis fue tajante: está en juego mucho más que un Gobierno catalán porque lo que se dirime en las elecciones catalanas es el propio futuro de España, puesto en riesgo por la política "reaccionaria", de "extrema derecha" y de "nacionalismo excluyente" del PP, que, como recordaron González y Maragall, han ido de la mano en los últimos ocho años. "Maragall debe ganar por una cuestión casi de salud pública", proclamó González entre atronadores aplausos.
El peligro para el futuro de España estriba en que a su juicio la visión del PP deja fuera a una gran parte de la población: "Para Aznar ser español es ser clónico de él mismo", aseguró el ex jefe de Gobierno. Y añadió, tras citar como ejemplo la abortada fusión entre Gas Natural e Iberdrola: "El PP está desarticulando la realidad de España y lamentablemente ahora sólo hay un proyecto para España porque el suyo hace retroceder la convivencia".
Este proyecto para la convivencia es en su opinión el de la "España plural" que abandera la "gota malaya" Maragall, al que el PP suele presentar paradójicamente como un peligroso nacionalista. "El PP nunca entenderá que España es una nación de naciones y así nunca será alternativa de gobierno en comunidades con sentimiento de diferencia" como Cataluña y el País Vasco, añadió.
En esa misma línea, Maragall afirmó que "Cataluña será la primera piedra de un cambio general en España". El líder del PSC renovó su compromiso en liderar desde Cataluña este proyecto a favor de la "España plural". Y de hacerlo con una perspectiva federal, integradora de toda la pluralidad y poniendo la eficacia de los servicios públicos muy por encima de las cuestiones identitarias clásicas del nacionalismo. El candidato del PSC dijo con sorna que en estas elecciones los socialistas son los únicos que reivindican la bandera catalana: "Unos le ponen una estrella [Esquerra Republicana], otros sólo quieren la española [PP] y otros defienden la de Andorra", afirmó en referencia a la propuesta de Artur Mas de que los deportistas catalanes compitan bajo bandera andorrana.
Pese a la sintonía que exhibieron González y Maragall, éste subrayó por la mañana que con el actual líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, todavía se entiende mejor. Lo dijo en Vilafranca del Penedès (Barcelona), horas antes del mitin en L'Hospitalet, cuando subrayó que bajo el liderazgo de Felipe González el PSOE no avanzó tanto en la dirección de la España federal: "Esto con Felipe González no era necesario, o no lo pudimos hacer o no se lo pedimos tanto", afirmó, informa Efe.
La elección de González para calentar la campaña autonómica entre los sectores tradicionalmente abstencionistas del cinturón de Barcelona —muchos de ellos nacidos fuera de Cataluña— no será un hecho aislado: dos de los principales dirigentes del PSC de origen andaluz —José Montilla, primer secretario del partido,y Manuela de Madre, número dos de la lista de Maragall— van a peinar todo el cinturón durante la campaña y la reciente cumbre socialista sobre el modelo de Estado en Santillana del Mar (Cantabria) ha apaciguado las reticencias de los sectores más catalanistas del partido a la visita en campaña o precampaña de los dirigentes del PSOE.
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