Zapatero afronta los últimos Presupuestos del Estado antes de las elecciones de marzo

Por última vez antes de las elecciones generales de marzo, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, subirá a la tribuna de oradores del Congreso para defender su alternativa a los Presupuestos del Gobierno, con una crítica a la escasa productividad y la alta inflación a la que conduce la política del Gobierno y a la escasez en investigación y en políticas sociales. Por el contrario, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defenderá la bondad de la política de déficit cero que ha permitido crear desde 1996 cuatro millones de puestos de trabajo.

Zapatero se subirá hoy a la tribuna de oradores para atacar los Presupuestos que el Gobierno ha presentado para 2004 y defender sus propia alternativa. Cuando se produzca el debate del próximo año habrá habido elecciones y será otro gobierno el que defienda los presupuestos; del mismo color político o de otro diferente.

En esta ocasión, Zapatero ha preparado su intervención con especial énfasis en los aspectos más ortodoxos de unos presupuestos, es decir, fijándose en la productividad y en la inflación. Según las personas que conocen el sentido que el líder socialista quiere dar a su discurso, en esta ocasión la política social ocupará un lugar importante, como siempre, pero no será "el todo". "Creemos que los ciudadanos ya saben que en política social nosotros lo hacemos mejor que el Gobierno y ahora tienen también que saber que tenemos propuestas para llevar a cabo un modelo de crecimiento diferente". La productividad, la investigación y la estabilidad laboral serán aspectos muy destacados del discurso del líder socialista.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defenderá el proyecto de Presupuestos para 2004 con un argumento central: la bondad de continuar, por cuarto ejercicio continuado, con la política de déficit cero. Esa política, según el Gobierno, ha permitido crear desde 1996 cuatro millones de puestos de trabajo y crecer por encima de los países de nuestro entorno. Los que serán los últimos Presupuestos de la era Aznar apuestan por los mismos objetivos de los anteriores: crecimiento del 3%, déficit cero, inflación del 2% y creación de 300.000 empleos. Se cumplirán gracias a los ingresos de la Seguridad Social y los tributarios, que se elevarán un 6,9% pese a la congelación de los impuestos especiales.

El saneamiento se logrará compensando el 0,4% de déficit que se prevé que registren todas las administraciones del Estado con el 0,4% de superávit de la Seguridad Social. Para el Estado, los ingresos crecerán un 5,9%, mientras los gastos lo harán un 3,9%. Justicia, seguridad, investigación, gasto social e infraestructuras serán las prioridades, mientras Defensa se conformará con una cifra en torno al 4%.

El Gobierno espera que el sector exterior tenga una aportación menos negativa al crecimiento económico (del 0,9% en 2003 al 0,4% en 2004). El consumo de los hogares volverá a tirar del crecimiento económico (del 2,8% al 3,1%), según espera el Gobierno, gracias a la creación de empleo (300.000 nuevos puestos), a que el próximo será el segundo año de la rebaja del IRPF y a la congelación de los impuestos especiales. La inversión privada también tendrá un alto ritmo de crecimiento (se mantendrá en el 3,9%), gracias a que se espera un buen ejercicio para los beneficios empresariales.

Los presupuestos, cuestionados por la oposición (el secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, cifró en el 1,6% del producto interior bruto el déficit oculto en el proyecto), también tiene importantes sombras. En Educación, por ejemplo, se ha previsto una partida de 1.543 millones de euros, un 5,07% más que el año anterior, pero que representa el incremento más bajo desde hace cuatro años precisamente en el curso en el que se empieza a aplicar la reforma de la Ley de Calidad.