Día de gloria para el faraón Ramsés I
Egipto recibe con honores la supuesta momia del mandatario, expoliada y sacada del país en 1870
Las autoridades egipcias recibieron ayer con honores una momia de siglo XIV antes de Cristo que se encontraba en Estados Unidos desde hace 132 años. Un grupo musical interpretó himnos militares ante centenares de personas, muchos de ellos turistas, mientras un grupo de escolares vestidos con ropas faraónicas entonaron una canción para ensalzar la historia de Egipto. El secretario general del consejo superior de antigüedades egipcias, Zahi Hawass, señaló que, "aunque no podemos certificar que se trate de Ramsés I, sí se puede decir que la momia es una momia real debido a la forma en la que fue embalsamada y la postura en la que fue enterrada".
El arqueólogo Zahi Hawas relató las peripecias de la momia desde que la tumba fue expoliada. "La odisea de Ramsés I empezó en 1870 cuando la familia Abdel Rasul consiguió expoliar su tumba en el valle de Los Reyes de Luxor", según dijo Hawas. Un año más tarde, tal y como lo relató, fue vendida al anticuario inglés Mostafa Agha, quien la revendió al museo de Arte de las Cataratas del Niágara (Canadá), que la adquirió sin saber que pertenecía a un rey. El museo se declaró en quiebra en 1999 y vendió toda su colección- incluida la momia- a un tratante canadiense, quien, al no sentirse atraído por las antigüedades faraónicas, se la ofreció al Museo Michael C. Carlos a cambio de dos millones de dólares. Según el arqueólogo egipcio, los rasgos del rostro se parecen mucho a los de Seti I, hijo y sucesor de Ramsés I, padre de Tutankamón.
Babelia
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