EE UU aprueba 87.000 millones para la posguerra
Era la primera vez que la Casa Blanca perdía una votación en el Senado relacionada con Irak. En palabras del líder de la minoría demócrata, Tom Daschle, "esta cámara ha enviado un potente mensaje al Gobierno por encima de los partidismos: hay que hacer más esfuerzos para garantizar que los soldados y los contribuyentes no tengan que asumir en solitario esta costosa carga". El republicano Don Nickles advirtió que la exigencia de devolución que lleva implícito el préstamo "complicará enormemente" los esfuerzos de EE UU para convencer a otros países de que aporten dinero a la reconstrucción de Irak, y el Departamento de Estado señaló: "Irak sufre el agobio de toda su deuda y no es el momento de añadir nuevas cargas". Pero los ocho republicanos que unieron su voto al de la mayor parte de los demócratas (todos excepto cuatro) tenían sus razones, como explicó la senadora Susan Collins: "Los norteamericanos son muy generosos, pero los contribuyentes merecen la oportunidad de recuperar parte de los gastos en Irak e Irak merece ser tratado como un país con enorme potencial económico".