Luis Mateo Díez se recrea en la melancolía en 'El eco de las bodas'

Onofre, Omega, Lila, Fordían y doña Dega se esconden en Los ecos de la boda (Alfaguara) para seguir a través de sus páginas las huellas del pasado y recordar con nostalgia sus momentos de felicidad. Luis Mateo Díez no pone rostro a sus personajes pero sí los inunda de emociones y sueños que llevan al lector a revivir con intensidad las vidas de todos ellos. Es una novela corta, que el escritor y académico engloba en sus "fábulas del sentimiento" y que le apasiona. "Es un género de riesgo que me fascina y que me permite retar a la perfección", afirma Luis Mateo.

Las tres historias que confluyen en El eco de las bodas son incursiones en el amor y sus variaciones, los ritos y las costumbres, el esplendor de los sentimientos y la fragilidad del corazón humano. Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) habla de Onofre, Omega, Lila, Fordían y, sobre todo, de doña Dega, los personajes que ha inventado para esta novela, y dice de ellos que "siempre están en un punto de lucidez un poco crepuscular. Aunque son vitalistas parece que tienen como previsiones del destino ver cómo las cosas se acaban. Poseen una conciencia fuerte de la fragilidad y la fugacidad. Se ponen siempre en una tesitura de lucidez que les hace tener sensaciones de que la vida es efímera, y eso les incita a perseguir la felicidad para lograrla como sea. Una vez lograda, poder revivirla en el recuerdo. Eso destila siempre un cierto punto de melancolía, la que le da a la vitalidad el punto mayor de sabiduría".

Los personajes de las novelas de Mateo Díez, que combina su trabajo en el Ayuntamiento de Madrid con el de escritor, vienen de esa mirada especial que tiene la gente que se dedica a contar historias. "La mirada es sustancial, hace una observación especial de la realidad y de la vida y esa conexión de sensibilidad y memoria da sentido a las cosas que uno observa. Tengo la sensación de que observo para sorprenderme, o busco lo que quiero observando. Cuando aparece el personaje siempre hay un chispazo, un trallazo, casi siempre extraño y misterioso". El escritor asegura que a lo largo de su vida literaria todos los personajes que han ido desfilando por sus escritos tienen una historia pero no tienen rostro. "Yo nunca veo el rostro a mis personajes, veo sus pensamientos y sus emociones o sus afectos, algo que me permita tirar del hilo. Yo soy un rastreador y siempre voy detrás de ellos. No entro habitualmente de un modo desconsiderado en su interior. No me interesa el aspecto físico; sí sus emociones, sus sueños".

Luis Mateo Díez se confiesa un apasionado de la novela corta, un género que en España no se utiliza con demasiada frecuencia. "Es un género muy peculiar, se emparenta con el cuento y le roba la intensidad y la medida, y tiene de novela un cierto desarrollo narrativo que permite una trama. Es un género híbrido y me resulta apasionante. Da mucha libertad y concita o requiere a la vez muchas ataduras, lo cual me resulta un género propicio para que funcionen bien los elementos metafóricos y poder contar mucho y sugerir mucho más". El escritor ahonda en este terreno y dice que para él la novela corta es "un género de riesgo y creo que admite bien lo que sería el reto de la perfección, que es siempre imposible, pero debería ser normativo para todos los escritores".

Luis Mateo Díez cree que una novela larga "es casi más propicia a la imperfección. Tres páginas en una novela pueden pasar desapercibidas; en un cuento, una línea mala te lo machaca; en la novela corta, no vale ni media línea mala, ni, por supuesto, media página mala". El autor de Los ecos de la boda dice que en una novela como ésta "los fallos se ven enseguida. A mí esto me interesa mucho. No soy nada pagado de mí mismo pero literariamente soy ambicioso y me gustaría acabar escribiendo algún relato perfecto, pero sé que es imposible. La tensión de hacerlo es lo que más me anima".

Mateo Díez está preparando El fulgor de la pobreza, título de su próximo libro de relatos, el tercero de los cuatro de la serie de Las fábulas del sentimiento. Antes publicará Fantasmas del invierno.