Chereau retrata con crudeza el encuentro de dos hermanos

Patrice Chereau asegura que busca ser lo más sincero posible, sin edulcorar las historias. Buen ejemplo de ello es su última película, Su hermano, que ayer presentó en la sección Perlas de Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián, y que se estrenará en nuestras pantallas el próximo 3 de octubre.

Su hermano, con el que Chereau ganó el Oso de Plata al mejor director en el último Festival de Berlín, hurga en el reencuentro de dos hermanos distanciados a través de la enfermedad de uno de ellos.

Es un retrato silencioso y desgarrado de la degradación del cuerpo, de cómo las cosas cambian ante la muerte, sin evitar ninguna crudeza. Basado en un relato de Philippe Besso, Chereau explicó ayer que no quiso añadir ni sentimentalismo, ni más emociones a las que ya encontró en el libro. Es más, el director de ópera y cineasta de títulos como Intimidad o La reina Margot le quitó otro elemento que consideró "demasiado romántico", como es el hecho de que el hermano enfermo sea el mayor y no el joven, el más fuerte, pero al mismo tiempo el más frágil, al contrario que en el relato.

Su hermano es la película más barata y libre a la que se ha enfrentado Chereau. No hubo ni maquilladores, ni peluqueros y muy pocos técnicos. Y se encuentra absolutamente orgulloso de ello. "Redescubrimos muchas de las grandes cosas del cine. Además, como era una película de muy bajo presupuesto, no había necesidad de llegar a un gran público para ser rentable, y eso me dio mucha libertad para ser lo más sincero posible".

De febrero a agosto

La película cuenta con dos actores conmovedores, Bruno Todeschini (Thomas), en el papel del hermano enfermo, para el que tuvo que adelgazar 12 kilos, -"fue impresionante ver cómo la debilidad le hacía andar y moverse más lentamente"- y Eric Caravaca (Luc).

La acción se desarrolla en pocos meses, los que transcurren entre febrero, cuando Thomas se pone en contacto con Luc y le habla de su terrible enfermedad, y agosto, y en dos lugares diferentes: el hospital de París y una casa en la playa de Bretaña.

"Son dos hermanos que no se querían y después de esos meses se dan cuenta no sólo de que se quieren, sino de que también se querían desde pequeños", aseguró Chereau, que ya está metido de lleno en lo que será su próximo filme, una gran superproducción sobre Napoleón, al que dará vida Al Pacino.