El informe europeo concluye que hacer el ITER en España sería más barato

El mayor proyecto tecnológico del mundo después de la Estación Espacial Internacional saldría más barato si se construyera en Vandellós (España) que en Cadarache (Francia). Ésta es la conclusión a la que ha llegado el grupo de expertos europeos encargados de evaluar las dos candidaturas europeas para albergar el reactor de fusión nuclear ITER. El esperado informe de los expertos, enviado ayer a la Comisión Europea, señala la ventaja que ofrece Cadarache de reducir el riesgo de retrasos debido a su mejor infraestructura técnica, pero añade a renglón seguido que para algunos científicos podría resultar más atractivo participar en el diseño de una instalación que parte de cero.

El informe de los expertos, encabezados por David King, asesor científico del primer ministro británico, Tony Blair, elude pronunciarse de forma explícita por una de las dos candidaturas europeas, pero no elude subrayar las ventajas económicas de Vandellós: "Cada candidatura muestra ventajas sobre la otra en áreas diferentes", se lee en el escueto párrafo final, que continúa: "La gran infraestructura técnica de Cadarache aporta una importante ventaja de reducción de riesgos para esta sede, sobre todo durante la fase de construcción. Sin embargo, la oportunidad de crear un nuevo gran centro internacional de investigación en Vandellós también es visto como beneficioso. Los costes durante la fase de construcción serían menores en Vandellós. Es difícil predecir los costes operativos a largo plazo, pero también en este terreno la sede española podría suponer un importante ahorro".

El informe concluye: "Ambas candidaturas son contendientes muy fuertes en la competición internacional (....). El grupo cree que cualquiera de ellas podría vencer en el proceso de selección de sede".

Previamente, el informe analiza pormenorizadamente los costes de ambas sedes. Recuerda que el coste total de la construcción se estima en 4.570 millones de euros y que los gastos operativos serán de 265 millones de euros anuales durante 20 años . Los expertos han analizado los cuatro estudios existentes sobre este capítulo y rechazan sus cálculos para llegar a sus propias conclusiones, que señalan una diferencia a favor de Vandellós de entre 34 y 274 millones de euros en aquellos costes de construcción que no son comunes en ambas sedes.

Ahorro en la explotación

El informe señala que la diferencia de precios debida a la construcción de los componentes comunes de la instalación científica será probablemente menos significativa. Tampoco se atreven los expertos a evaluar las diferencias que hay entre ambas sedes en cuanto a los costes de explotación de la instalación, pero el "potencial ahorro favorece Vandellós", señala el informe.

El texto, de sólo 14 páginas, analiza también la topología y la geología de ambas zonas, sus capacidades industriales, su red educativa, el nivel de aceptación del reactor termonuclear por parte de los políticos y el público y hasta sus atractivos turísticos. En todos los apartados, salvo en los dos ya señalados, se concluye que no hay diferencias significativas.

Llama la atención el apartado dedicado al entorno educativo existente en ambas zonas. En la zona de Cadarache, dice el informe, hay escuelas internacionales en lengua inglesa en Aix, Marsella y Luynes, así como una escuela japonesa en Marsella. El proyecto francés prevé también crear una escuela europea o una escuela internacional adaptada a las necesidades de los científicos que acudan y sus familias.

Respecto a la zona de influencia de Vandellós, que incluye Barcelona y Tarragona, el informe destaca la existencia de 33 escuelas internacionales para las comunidades estadounidense, británica, francesa, japonesa, italiana, alemana y suiza. Señala también que está prevista la integración de los rusos en el sistema educativo español y el compromiso de crear una escuela internacional, que podría ser gratuita, para los familiares de los participantes en el proyecto ITER.

Un mes de retraso

El informe tenía que haber sido entregado a la Comisión a finales de julio, pero se ha retrasado más de un mes por la dificultad de analizar los costes de ambos proyectos, según la versión oficial. Fuentes españolas de la Comisión consideran, sin embargo, que la diplomacia francesa ha intentado frenar las valoraciones favorables a Vandellós hasta el último momento. Fuentes de la Comisión subrayaron ayer que la decisión sobre la sede del ITER que adopten el día 23 los ministros de Investigación "será política" e insistieron en que habrá una sola candidatura europea. España insiste en que se mantengan ambas, frente a las de Canadá y Japón.

En una competición a cuatro, España confía en recibir el apoyo de EE UU. El propio presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió a Washington su apoyo a la sede española y el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, presentó la candidatura al secretario de Energía estadounidense, Spencer Abraham. Francia, por su parte, podría contar con mayor apoyo dentro de la UE.

Además de las dos candidaturas europeas, optan por la sede del colosal reactor de fusión nuclear Clarington (Canadá) y Rokkasho (Japón). El objetivo de ITER es reproducir a escala preindustrial la reacción de fusión nuclear que tiene lugar de forma natural en el interior de las estrellas, lo que se vislumbra como una fuente de energía alternativa al uso de combustibles fósiles y a las centrales de fisión nuclear. Los socios del proyecto internacional son Canadá, Japón, EE UU, Rusia, Europa, China y Corea del Sur.