Rajoy declara que seguirá la política de Aznar
El PP respaldó a su candidato electoral y nuevo líder con 503 votos a favor y uno en blanco
Mariano Rajoy utilizó ayer su discurso de estreno como nuevo líder del PP y candidato a la presidencia del Gobierno para presentar su proyecto político, que mantendrá el de José María Aznar. "No se trata hoy de presentar ningún programa de Gobierno" sino de "hacer algunas reflexiones que el conjunto de los españoles tienen derecho a conocer", afirmó después de lograr el respaldo prácticamente unánime de sus compañeros. Los populares, reunidos en su Junta Directiva Nacional, le respaldaron con 503 sufragios a favor y un voto en blanco. Rajoy se calificó como una "persona coherente y sin complejos", que no tiene que "reafirmarse ante nadie ni inventar diferencias o matices" con los Gobiernos de Aznar, porque ha estado siempre en ellos.
El nuevo líder del PP tuvo ayer dos intervenciones ante la Junta Directiva Nacional, donde más de 500 cargos populares representan a 630.000 militantes. En su primer discurso, a puerta cerrada, dijo a sus compañeros que cuenta con todos ellos: "No reconozco a nadie en este partido como enemigo, ni siquiera a nadie que me caiga mal. No he tenido ningún problema serio con nadie y, si lo he tenido, no me acuerdo; por lo tanto no lo he tenido. Y el que lo haya tenido conmigo, seguro que tampoco lo recuerda. Aquí hay sitio para todos".
Tras las palabras, 504 dirigentes populares votaron en cuatro urnas para agilizar el trámite y sólo se registró un voto en blanco, que algunos de los presentes atribuyeron al propio Rajoy. Todos los demás votaron a favor.
Tras la elección, Rajoy expuso el programa de "una persona coherente y sin complejos" que cree que "España es hoy un país mejor que en 1996" gracias a los Gobiernos de José María Aznar. "Es mi voluntad mantener las políticas básicas de los Gobiernos de los que, además, he formado parte". Aseguró que lo hará "sin complejos" porque no le "importan las disquisiciones que otros puedan hacer".
Y entró en materia. Rajoy se comprometió a mantener las recetas de Aznar en terrorismo, en su visión de la cuestión nacional, en economía y en política internacional. Para que no quedara ninguna duda, expuso brevemente su posición en estas cuestiones.
"Es mi voluntad no escatimar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo", declaró. También manifestó que quiere "mantener la vigencia del Pacto Antiterrorista", e invitó a "todos cuantos quieran sumarse" a hacerlo. "Pero también quiero decir que nada, ni la soledad si la hubiera, nos hará abdicar de esa responsabilidad", advirtió.
Su resumen de cómo ve "la cuestión nacional y la estructura del Estado" calca la posición de Aznar, que es la del PP. Rajoy recordó que la Constitución "era y es la de todos, no la de un partido u otro". Un matiz: "No es, evidentemente, intocable o de imposible modificación". Fin del matiz: "Pero con lo serio hay que ser serio y prudente. Y yo, al menos hoy, no veo razón alguna que aconseje su modificación, y menos un cambio sustancial".
Lo que Rajoy, como Aznar, sí denuncia es que hay partidos que "quieren jugar" con esta cuestión. Para el nuevo líder del PP, "el modelo constitucional no se puede romper. Ni se puede jugar con él aprovechando la existencia del fenómeno terrorista para romper el Estado, o inventar fórmulas [de reforma] para resolver problemas de partido".
Rajoy, en su primer discurso, utilizó los dos proyectiles que suele disparar Aznar para acusar, primero, a los nacionalistas vascos de utilizar el terrorismo como escudo para su proyecto separatista, y a los socialistas, después, de proponer reformas estatutarias para salvar las diferencias de modelo de Estado entre sus distintas federaciones.
La política económica tampoco variará. Déficit cero, reformas para flexibilizar la economía y "el empleo como mejor política social". El matiz, aquí, fue hablar bien del diálogo social, que "no es ningún obstáculo para las reformas". Y el elogio a empresarios y sindicatos en las "sobradas muestras de responsabilidad" que han dado par firmar acuerdos que "han beneficiado a todos los españoles".
La política exterior de Rajoy empieza en Europa, pero no olvida destacar el vínculo transatlántico tan querido por Aznar. Y en las relaciones bilaterales de España con los países europeos, el candidato mencionó incluso "la permanente reivindicación de Gibraltar". Sobre la nueva política hacia Washington, Rajoy afirmó que le "gustaría mantener" el "excelente nivel de relación alcanzado con EE UU" si gana las elecciones. Esa relación se fraguó, según reconoció Rajoy, tras los atentados del 11 de septiembre y por la "firme actitud" de España "frente al desafío lanzado al mundo por Sadam Husein".
El programa político del candidato concluye con la inmigración y la inseguridad ciudadana. Se comprometió a que serán asuntos prioritarios para él.
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