Relevo español en Diwaniya

Hoy es el día D para Base España. Con todos sus efectivos en plena operatividad, a media mañana el contingente español va a relevar a los marines estadounidenses que hasta ahora controlaban la provincia de Al Qadisiya. El general Alfredo Cardona y su equipo de relaciones civiles se han esforzado por establecer contactos con las fuerzas vivas locales. "Hemos tenido un recibimiento cariñoso", aseguraba hace unos días. En la calle, la actitud parece más bien de esperar y ver.

"Pensamos que serán mejor que los americanos", concede Abdul Karim Hayi. "Nuestras relaciones con España siempre han sido buenas, y el pueblo español es parecido a nosotros", asegura este funcionario que trabaja en el Ayuntamiento de Diwaniya, la capital provincial y una ciudad de casi medio millón de habitantes, en su mayoría chiíes. Abdul Karim, que tiene 39 años y dos hijos, es un privilegiado, porque las fuerzas ocupantes han subido los salarios en la Administración. "Económicamente estamos mejor, pero nos falta seguridad", admite, no obstante. Tres cuartas partes de los habitantes de Al Qadisiya están en el paro.

El ambiente está tenso en el zoco de Diwaniya. "Estamos peor que antes", confiesa Haider Abu Sadek, "no podemos disfrutar de la libertad debido a las carencias". Abu Sadek no es un nostálgico de Sadam Husein. Incluso se puede decir que es un afortunado. Posee una pequeña tienda de ropa y ha notado en su negocio el aumento de sueldos a los funcionarios. Pero sufre como todos la falta de seguridad, los cortes de luz y la escasez de agua potable. Se muestra realista. Nada de eso parece que vaya a cambiar en el futuro inmediato. ¿Y los españoles? "No les conocemos; cuando les vea y tenga trato con ellos, le daré mi opinión. Aunque tengo 36 años, nunca he salido de Irak", manifiesta. Todos coinciden en que los soldados estadounidenses han cometido muchos errores. "Han puesto muchas barreras entre ellos y nosotros", afirma Abdul Karim. También denuncia la incapacidad de "la gente que han puesto al frente de la provincia", en una clara referencia al gobernador Hazim al Chalan. La contestación social a este hombre, al que la calle tilda de "corrupto y carente de representatividad", es tal vez la herencia más difícil que los marines dejan a Cardona y sus hombres.

De hecho, los únicos incidentes que se han producido en esta ciudad desde la llegada de las tropas estadounidenses han sido las protestas contra el gobernador. Dos de ellas terminaron a tiros. Abu Sadek acusa a los norteamericanos de permitir que los manifestantes saquearan la sede de la gobernación. "Tenían que haberlo evitado, pero dejaron hacer y sólo llegaron luego", asegura.

Mohsen Fahim Abed, responsable local de relaciones exteriores de Al Dawa, describe Diwaniya como "una ciudad pacífica y que no tiene enemistad alguna con las fuerzas de la coalición". Al Dawa al Islamiya (Llamada Islámica) es un partido de corte islámico moderado que constituyó la principal oposición interior al régimen de Sadam. Abed se muestra desilusionado con los yanquis. "Apenas han hecho un 20% de lo que esperábamos". Pero a los españoles les concede el beneficio de la duda.

"Esperamos que las fuerzas españolas, cuando sustituyan a las americanas, trabajen para mejorar la situación de la ciudad y que conozcan sus errores para evitarlos", señala Abed antes de enumerar una larga lista. Cardona tiene previsto reunir en una mesa a todos los partidos políticos, dignatarios religiosos y líderes de tribus "para tratar de ayudarles a alcanzar una solución a sus problemas". Mientras eso sucede, Saher Henuit, propietario de un locutorio telefónico, ha decidido colocar un reloj con la hora de Madrid, convencido de que los españoles ampliarán su clientela.

[Los soldados españoles asumieron ayer las labores de seguridad en Base España y vigilaron la entrega de pensiones al personal del Ministerio de Defensa en Diwaniya, donde "se vieron obligados a imponer orden debido a la aglomeración", informó el Ministerio de Defensa español].