La oposición pide una comisión de investigación y que comparezca Mariano Rajoy

El reconocimiento del Gobierno de que el Prestige vertió realmente en su naufragio 64.000 toneladas de fuel, 24.000 más de las admitidas hasta ahora, llevó ayer a la oposición a redoblar sus acusaciones contra el Ejecutivo, al que reprochan su tendencia a negar la magnitud de la catástrofe. En opinión del PSOE e IU, el Gobierno manipuló los datos del vertido para ocultar la "masiva contaminación" causada por el petrolero.

La secretaria de Medio Ambiente socialista, Cristina Narbona, afirmó que "el Gobierno del PP ha perdido hace tiempo toda credibilidad sobre el Prestige". Las nuevas cifras evidencian, en su criterio, "que la contaminación del mar y de las costas ha sido muchísimo mayor de la proclamada por el Gobierno". Según Narbona, el Ejecutivo "ha querido minimizar ante la opinión pública los efectos de la catástrofe". "Hoy", concluyó, "se sigue retirando chapapote en Galicia y en la costa cantábrica y la propia ministra de Medio Ambiente confirma que trabajan 4.000 personas en dicha recogida, sin duda para dar brillo a la esplendorosa situación de las playas que la ministra anunció meses atrás".

El PSOE insiste en que el Gobierno debe aceptar una comisión de investigación.

Comparecencia

Por su parte, el grupo parlamentario de IU ha solicitado la comparecencia ante la Comisión Constitucional del Congreso del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy.

IU quiere que Rajoy dé explicaciones sobre las nuevas cifras oficiales del vertido, que en opinión de la coalición que lidera Gaspar Llamazares suponen la "enésima mentira del Ejecutivo en los últimos diez meses en relación con las medidas tomadas y al seguimiento del vertido de fuel del petrolero hundido". En un comunicado, la formación considera "absolutamente inaceptable"que el Gobierno reconozca ahora que la cantidad de crudo vertida es de 64.000 toneladas, en vez de las 40.000 admitidas.

Además, IU denuncia "el uso y el inaceptable control político que el Gobierno mantiene sobre los grupos técnicos creados para hacer un seguimiento de esta catástrofe", como es el caso, según el grupo parlamentario, del Comité Científico, "cuyos datos se han plegado siempre a los intereses políticos del Gobierno".

Por otra parte, la plataforma Nunca Máis recordó que los restos del Prestige son una "bomba de relojería" para las costas gallegas, ya que sigue sin haber una solución definitiva para un barco que está hundido en una zona de "alta sismicidad". Greenpeace también se sumó a la crítica: el vertido del Prestige supera en cantidad y en extensión la suma de los realizados en su día por los petroleros Exxon Valdez y Erika (unas 53.000 toneladas).