Hamás clama venganza por la muerte de sus militantes en un ataque israelí contra Gaza

El movimiento islamista radical Hamás amenazó ayer con perpetrar nuevos atentados en represalia por la muerte de dos de sus dirigentes locales, asesinados el día anterior junto a otros dos palestinos en la ciudad de Gaza. Incapaz de actuar contra los extremistas mientras continúen los asesinatos selectivos, la Autoridad Palestina acusó al Gobierno israelí de aprovecharse de la actual coyuntura de violencia para acabar con la Hoja de Ruta. Un representante del Ejecutivo hebreo reiteró a su vez que la única fórmula posible para salvar el plan de paz pasa por la disolución y desarme de las milicias radicales.

Miles de militantes y simpatizantes de Hamás volvieron a abarrotar ayer las calles de Gaza para acompañar a la comitiva fúnebre de dos dirigentes de su rama militar y los otros dos palestinos asesinados el lunes por helicópteros de combate israelíes.

Las Brigadas Ezzedin al Kassam, su milicia clandestina, emitieron un comunicado amenazando con próximos lanzamientos de cohetes contra las localidades israelíes próximas a la franja de Gaza y con atentados lanzados desde posiciones en áreas autónomas cisjordanas. En el caso de cumplir su amenaza, Hamás podría dar la puntilla final a la ya moribunda Hoja de Ruta.

El ministro palestino de Asuntos del Gabinete, Yasir Abed Rabbo, exoneró a la Autoridad Palestina de cualquier responsabilidad en relación a la ruptura de la tregua del 29 de junio, y al posterior recrudecimiento de la espiral de la violencia.

Tras criticar el último asesinato selectivo, Abed Rabbo declaró: "Pienso que el Gobierno de [Ariel] Sharon planea asesinar la Hoja de Ruta, valiéndose de la ayuda de algunos extremistas en EE UU que quieren facilitarles esta misión", refiriéndose a aquellos miembros de la Administración del presidente George W. Bush y del Congreso de EE UU que se han declarado abiertamente en contra del plan del Cuarteto (formado por EE UU, la UE, Rusia y la ONU).

En el campo israelí, la respuesta vino de manos del viceministro de Defensa, Zeev Boim, quien utilizó una metáfora médica para explicar su diagnosis de la situación. "La Hoja de Ruta se encuentra en la sala de emergencias", dijo Boim, para añadir que sólo si la Autoridad Palestina procede a "desmantelar los grupos terroristas será posible tratar al enfermo".

Según afirman los servicios de seguridad israelíes, las organizaciones extremistas estarían intentando perpetrar algún atentado. En concreto, desde la ciudad de Nablús, cuyo centro entró ayer en su cuarto día de toque de queda consecutivo.

Por primera vez desde que la guerrilla de Hezbolá secuestrara a tres de sus soldados a principios de octubre de 2000, el Gobierno israelí ha vuelto a poner en marcha una medida de confianza frente al movimiento chií libanés. En un aparente gesto de buena voluntad, Israel entregó ayer los cuerpos de dos milicianos de Hezbolá -fallecidos uno en un tiroteo ocurrido en noviembre de 1998 y otro en un atentado suicida perpetrado contra las tropas de ocupación israelíes en 1999, ambos en el sur del Líbano- a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja en Tel Aviv, que a su vez trasladó los rdestos al otro lado de la frontera libanesa. Según los analistas, esta medida podría suponer el prólogo de un próximo intercambio de prisioneros, que estaría siendo negociado gracias a la mediación de Alemania.