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136 afectados y 7 muertos en Canadá en un posible rebrote de la neumonía

La OMS investiga si la causa del misterioso foco es una mutación del SARS o un nuevo virus

La Organización Mundial de la Salud (OMS) investiga si lo que parece un rompecabezas es en realidad un rebrote de la neumonía asiática. En el oeste de Canadá, 143 personas de un asilo (97 residentes y 46 trabajadores) han contraído desde julio una afección respiratoria de origen desconocido. De ellos, siete residentes han muerto. Los síntomas son distintos a los de la neumonía asiática (los pacientes no tienen fiebre), pero la causa, según las autoridades canadienses, es un virus "similar al coronavirus de la neumonía asiática". Los científicos creen que puede ser una mutación del SARS más débil que el original o un nuevo virus. La OMS envió el martes a una experta a la zona.

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El primer caso apareció el 1 de julio. Los primeros síntomas: tos, estornudo y moqueo. Nada anormal. El problema es que la enfermedad se extendió rápidamente por el asilo, situado en las afueras de Vancouver, al oeste de Canadá. Hasta el 15 de agosto, cuando se detectó el último caso, 97 de los 142 residentes y 46 de los 160 trabajadores habían desarrollado la enfermedad. Siete ancianos han fallecido. Tres de ellos tenían, además, una neumonía clásica, por lo que es imposible determinar si la causa de la muerte fue el nuevo virus, la neumonía o las dos cosas, según las autoridades canadienses, que insisten en que los pacientes eran mayores. La enfermedad no ha salido del recinto y ayer quedaba un paciente hospitalizado.

El portavoz de la OMS, Dick Thompson, explica que a los pacientes se les realizaron toda clase de pruebas de enfermedades respiratorias (legionela, clamidias, micoplasma, gripe, SARS...) y que los resultados fueron negativos. Pero la sorpresa saltó cuando los médicos enviaron 29 muestras al Laboratorio Nacional de Microbiología, en Winnipeg. Allí, en 12 de las muestras de sangre aparecieron anticuerpos del SARS (siglas inglesas para el Síndrome respiratorio Agudo y Grave), el causante de la neumonía asiática. Ninguno de los pacientes con anticuerpos había tenido neumonía asiática ni contacto con un enfermo durante la epidemia, que entre noviembre de 2002 y junio de 2003 afectó a 8.422 personas y ocasionó 916 muertes en todo el mundo. En Vancouver se registraron en abril cuatro casos de neumonía asiática y hubo otros 46 sospechosos que se confirmaron.

Los análisis concluyeron la semana pasada. El rompecabezas estaba sobre la mesa. "No es neumonía asiática, porque ni la enfermedad es igual, ésta es mucho más leve, ni la epidemiología es la misma, pues esta vez no ha salido del asilo y ha sido muy fácil de controlar", señala Tara Wilson, portavoz de Sanidad de la Columbia Británica, donde está Vancouver. La neumonía asiática se caracterizaba por fiebre muy alta, dificultad para respirar y afección pulmonar grave.

Si no es SARS, ¿por qué tienen anticuerpos? "Puede que sea una mutación del virus de la neumonía que causa síntomas menores. O puede que sea un nuevo coronavirus y que los análisis de anticuerpos no sean lo suficientemente específicos para distinguirlos", responde Thompson, quien asegura que los resultados de los análisis son "desconcertantes".

La OMS envió el martes a la zona a la experta en virología y epidemiología Katrin Leitmeyer. Ésta declaró ayer a la televisión pública CBC que "los pequeños trozos de ARN del virus encontrados en los pacientes son muy similares a los del coronavirus del SARS". Wilson afirma que en cuatro días los científicos terminarán la comparación del genoma del nuevo virus y que hasta entonces sólo se puede decir que el nuevo virus "es similar al SARS". Durante la epidemia, Leitmeyer estuvo en Hanoi, según detalló Thompson.

Si el virus ha mutado, se cumpliría una de las predicciones de la OMS. El 16 de abril, el día del anuncio del descubrimiento del coronavirus del SARS, el virólogo de la OMS Klaus Stöhr señaló en conferencia de prensa: "Éste es un virus nuevo en un nuevo medio, así que está sometido a una gran presión selectiva. Las nuevas cepas evolucionan más rápidamente que las establecidas desde hace tiempo, porque el virus busca su nicho ecológico. Lo que estamos viendo es un cambio en la adaptación más rápida de lo normal. Lo más probable es que, si no nos libramos de la enfermedad, veamos todo el espectro de síntomas: desde infecciones leves a casos muy graves".

Si el virus ha mutado y ha infectado, significa que no está erradicado, pese a que desde finales de junio no ha habido casos declarados. La OMS nunca dijo que el virus estuviera erradicado y sospechaba que podía rebrotar. El director ejecutivo de Enfermedades Transmisibles de la OMS, David Heymann, declaró el 14 de julio: "Creo que la neumonía asiática rebrotará en otoño". La sospecha venía de que muchos coronavirus son estacionales, prefieren el frío, y por el rápido descenso de casos registrados desde la primavera. Thompson señaló que, si se confirma que es una mutación, el patrón de la enfermedad cambia y que "las viejas suposiciones no sirven".

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