Osakidetza carece de la relación de puestos de trabajo exigida por ley
La normativa que le obliga fue aprobada hace ya seis años
El Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, la mayor empresa vasca por su número de empleados (más de 22.000), aún no dispone de una relación de puestos de trabajo (RPT), a pesar de que han transcurrido ya seis años desde que el Parlamento aprobase la Ley de Ordenación Sanitaria de Euskadi, que establece formalmente la necesidad de ese requisito. Todas las administraciones y entes públicos de la comunidad autónoma disponen de esta relación, que sirve para clasificar y organizar a todo su personal al definir con precisión las características de cada puesto de trabajo.
La RPT determina desde qué formación es necesaria para ocupar un puesto concreto hasta el grado de autonomía dentro de la organización al tomar decisiones, la responsabilidad que tiene, el nivel de peligrosidad del trabajo que se desarrolla, la experiencia que hace falta para ocuparlo o su perfil lingüístico. Atendiendo a todo ello se determinan, por ejemplo, los salarios.
Osakidetza, un ente público que se rige por el derecho privado y que cuenta con el mayor número de trabajadores de todas las empresas y adminsitraciones de Euskadi (22.400), viene funcionando desde hace años con lo que se conoce como plantilla presupuestaria o estructural. Ello significa que tan sólo precisa el número de plazas con las que cuenta para cada especialidad, pero sin indicar las particularidades de cada puesto. La Ley de Ordenación Sanitaria establece en su artículo 28 que la plantilla de Osakidetza debe estructurarse en diferentes puestos funcionales, considerados como "el instrumento de clasificación orientado a la organización, promoción y desarrollo integral del personal". Agrega que cada puesto funcional debe tener definido el perfil profesional que se precisa para ocuparlo.
Esta carencia ha sido criticada por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas en su último informe de fiscalización de Osakidetza, correspondiente al año 2000, donde advierte de que la falta de una clasificación funcional de los puestos de trabajo que incluya sus características levanta "incertidumbre" sobre la legalidad de determinados actos de gestión de personal. Según el tribunal, la plantilla presupuestaria con la que funciona Osakidetza carece de "los requisitos exigibles" para servir de instrumento de gestión.
Esa inseguridad se ha traducido en sentencias en contra del Servicio Vasco de Salud, como la del Tribunal Superior de Justicia que en enero del año 2000 declaró nulo un traslado por no modificar al mismo tiempo "la necesaria", pero inexistente, relación de puestos de trabajo.
Sin plazos
En sus alegaciones al informe del Tribunal de Cuentas, Osakidetza puntualiza que la ausencia de la relación de puestos de trabajo no se puede entender como un "incumplimiento de legalidad", por cuanto que la Ley de Ordenación Sanitaria "no establece un plazo para su desarrollo". Además, informa al órgano fiscalizador de que en su momento (mayo del año 2000) ya presentó un borrador en la mesa sectorial, foro de negociación con los sindicatos.
La Comisión Jurídica Asesora del Gobierno vasco, que es la que en última instancia da el visto bueno a los decretos, órdenes planes y proyectos de ley del Ejecutivo, también dio un tirón de orejas a Osakidetza cuando analizó hace unos meses el decreto elaborado por Sanidad sobre el plan de euskaldunización del Servicio Vasco de Salud. "La aplicación del plan", señala la Comisión Jurídica en un informe al que ha tenido acceso este periódico, "precisa de la individualización de las dotaciones de cada puesto funcional, ya que se trata de establecer obligaciones para individuos concretos, y es evidente que si no se ha desarrollado el plan deviene inaplicable".
Para salvar este obstáculo, la consejería que encabeza Gabriel Inclán redactó una disposición transitoria única que hace descansar la euskaldunización sobre la base de la plantilla presupuestaria mientras no se desarrolle la relación de puestos de trabajo. Al final, la Comisión Jurídica Asesora informó favorablemente el decreto de euskaldunización. Sin embargo, esa disposición no ha sido suficiente para el Sindicato de Enfermería de Euskadi (Satse), que ha presentado un recurso ante los tribunales por considerar que no se puede fijar la fecha de preceptividad de una plaza (el plazo en el que el titular del puesto debe acreditar que sabe euskera) sin que exista una RPT que marque los puestos que deben conocer la lengua vasca.
La clasificación funcional de los puestos no es algo inamovible. Cada cierto tiempo, las administraciones nombran un comité que revisa las características de los puestos por si con el paso de los años se han ido modificando las necesidades. Sucede con la incorporación de las nuevas tecnologías médicas, que ha hecho variar las funciones en algunas plazas. Por ejemplo, en estos momentos el Departamento de Sanidad está haciendo una nueva descripción de sus puestos después de llevar varios años manteniendo la misma RPT.
Los sindicatos han conseguido que Sanidad se comprometa a que entre los próximos 16 y 19 de septiembre se cree una comisión técnica con el encargo de elaborar la relación de puestos de trabajo de Osakidetza. El plazo que se ha marcado para lograrlo oscila entre los seis y los nueve meses. La comisión estará integrada por representantes de los sindicatos y responsables del Servicio Vasco de Salud.
Complemento conflictivo
Una de las organizaciones que con más insistencia reclama la necesidad de que Osakidetza cuente con una RPT es el Sindicato de Enfermería (Satse). Desde el año pasado mantiene una dura pugna con el Servicio Vasco de Salud sobre el complemento específico, destinado a retribuir las condiciones particulares de cada puesto de trabajo.
Satse asegura que, en enero de 2000, Osakidetza, sin ninguna negociación previa, cambió un concepto de la nómina de los trabajadores y lo convirtió en complemento específico sin realizar "la necesaria valoración de los puestos funcionales", ni un analizar las condiciones propias de cada puesto.
Ese cambio llevó, según resalta José Antonio de Leniz, secretario autonómico del Satse, a que el colectivo de enfermería pasase a ocupar el vagón de cola de todas las especialidades de Osakidetza en cuanto al cobro de ese complemento. "Una RPT", indica, "marcaría el complemento en función de unos criterios y habría una base".
La Ley de Ordenación Sanitaria, recuerda el responsable del Satse, marca los criterios a seguir. Sin embargo, indica que la salida de Iñaki Azkuna del Departamento de Sanidad y la entrada de Gabriel Inclán como nuevo consejero "ha paralizado todo lo que se estaba haciendo en políticas de gestión de personal".
El plan de normalización del uso de euskera era la ocasión para realizar la RPT y marcar así los perfiles lingüísticos de las plazas y fechas de preceptividad, pero el dirigente del Satse critica que no se haya abordado recurriendo a la disposición transitoria que indica que con la plantilla presupuestaria es suficiente para funcionar de manera provisional. "Seguimos igual que antes de aprobarse el plan de normalización", añade.
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