La tensión en Oriente Próximo estanca el comercio mundial

El estancamiento de la economía mundial limitará el crecimiento del comercio a menos del 3%, un nivel similar al previsto para la producción. Así lo auguró ayer la Organización Mundial del Comercio (OMC), que no escondió su decepción por un dato causado en buena parte por las tensiones en Oriente Próximo. Mientras, los acuerdos de liberalización de EE UU y la UE recibieron nuevas críticas.

Tras la recuperación mostrada por el comercio mundial, que avanzó un 2,5%, las transacciones entre diferentes países crecerán por debajo del 3% este año. Es el vaticinio de la OMC, que teme incluso un resultado por debajo de estas previsiones. La persistente atonía de la economía mundial, la inestabilidad en Oriente Próximo, los coletazos de la guerra de Irak y los efectos imprevistos de la neumonía atípica ponen en peligro un crecimiento más enérgico del comercio, según el informe que la institución presentó ayer en Ginebra.

Los datos disponibles sobre la actividad económica en los países industrializados en los primeros meses de 2003 han obligado a revisar a la baja el crecimiento de la producción (y por tanto del comercio) para todo el año, sobre todo en Europa Occidental. Dado que esta zona representa más del 40% del intercambio mundial de mercancías y servicios, el comercio mundial en su conjunto se resentirá, según la OMC.

Por este motivo, la organización recomienda a los países aplicar políticas que fortalezcan la confianza de las empresas y los consumidores. También les pide que desistan de aprobar normas que restrinjan la actividad comercial.

En cuanto al comercio durante el año pasado, la OMC señala que experimentó un crecimiento superior incluso al de la producción. Asimismo destaca que este avance fue posible en condiciones adversas: debilidad económica y reducción de la inversión extranjera, entre otros factores.

Críticas a la liberalización

El comercio mundial fue ayer objeto de muchos comentarios, en este caso críticos, a raíz del acuerdo de liberalización agrícola que alcanzaron el miércoles la UE y EE UU, así como las propuestas industriales que presentaron junto con Canadá. Brasil, Chile, México y Argentina se mostraron escépticos ante la voluntad de EE UU y Europa de abrir sus mercados; India y Pakistán rechazaron la propuesta de armonizar aranceles, y Japón se opuso a eliminar los de la pesca.