El sector acusa al Gobierno de falta de control de calidad en aceite y leche
Los agricultores dicen que el Ejecutivo apuesta por los bajos precios
Las organizaciones agrarias han acusado al Gobierno de permitir la venta de algunos productos elaborados como leche o aceite por debajo de coste, sin un riguroso control de calidad y para beneficiar el índice de los precios al consumo (IPC). Según fuentes del sector, la Administración está más preocupada por mantener la venta de estos productos baratos que por la defensa de los intereses de los consumidores.
"No hay una explicación para que se siga vendiendo leche al consumidor a 0,36 euros litro, cuando los precios en origen mínimos son de 0,28 euros. En ese brik, señalan, no puede haber leche. Esta política puede ser beneficiosa para los objetivos del Gobierno en relación con el IPC, pero, si un día hay un problema con la venta de ese tipo de productos, sería el ganadero quien pagaría las consecuencia", señala el secretario general de la Federación de Empresarios Lácteos, Manuel Carlón.
El precio de coste de un litro de leche es de unos 0,50 euros. Para rebajar los precios finales de la leche al consumidor, en medios ganaderos se considera que se están utilizando desde leche negra (fuera de cuota), que no sería un fraude contra la salud, a otro tipo de subproductos, como permeatos o lactosueros que sí suponen ya un engaño al consumidor. Para el presidente de Asaja y presidente de la interprofesional del aceite, Pedro Barato, no debería haber en el mercado productos por debajo de coste por seguridad del consumidor y para salvaguardar los intereses de los propios agricultores y ganaderos. En esta línea, han iniciado una campaña contra la distribución de leche barata.
En el caso del aceite, frente a un precio de coste de un litro envasado no inferior a 2,30 euros, en el mercado han proliferado ofertas con marca de la distribución a 1,72 y 1,76 euros litro.
Según la empresa líder, Koipe, el precio barato de la marca blanca se justifica al compensar el mismo con el precio elevado que percibe por su marca líder. Pero, la casi totalidad de las empresas del sector señalan no poder soportar más los precios ruinosos que les impone la distribución si realmente se quiere meter un producto de calidad en el envase.
Para el responsable de COAG, Miguel López, el Gobierno está jugando con fuego dejando avanzar el mercado de productos baratos por debajo de costes. Miguel López reclama un mayor control sobre estos productos y que se lleven las posibles irregularidades a los tribunales.
Para Fernando Moraleda, secretario general de UPA, el Gobierno es consciente de que hay en el mercado productos por debajo de coste, de calidad en muchos casos dudosa, detectada por las propias industrias de la competencia. En su opinión, es lamentable que la Administración no tome medidas en esa dirección para ayudar a que el índice de precios al consumo no sea elevado.
Para detectar posibles irregularidades, la industria láctea tiene en marcha un sistema de autocontrol, mecanismo que se podría aplicar igualmente en el sector del aceite.
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