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El Fondo antisida sólo cuenta con 1.500 millones de los 7.000 previstos

Ni siquiera hay dinero para pagar los proyectos de este año

El Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria sólo ha reunido desde su creación, hace dos años, 1.500 millones de dólares de los 7.000 previstos. El goteo de aportaciones ha permitido poner en marcha 150 programas en 92 países, pero faltarán entre 500 y 800 millones de dólares para pagar los programas previstos para este año, admitió ayer el presidente del Fondo, el estadounidense Tommy Thompson.

Los datos los facilitó el director del Fondo Mundial, Richard Feachem, en una conferencia de 5.000 médicos, investigadores y otros especialistas que fue clausurada ayer en París. La doctora Marie-Jose Mbuzenakamwe, portavoz de la Asociación de Apoyo a los Seropositivos de Burundi, aseguró que "el Fondo Mundial se encuentra prácticamente en quiebra". La reunión también ha puesto de relieve la escandalosa falta de acceso de los enfermos a los medicamentos que necesitan.

La creación del Fondo Mundial se hizo con la pretensión de dedicar unos 7.000 millones de dólares anuales a luchar contra las enfermedades más inquietantes. Las cifras reveladas ayer en París no sólo se alejan claramente del objetivo, sino que ni siquiera hay dinero para pagar parte de los programas iniciados, como reconoció Tommy Thompson, presidente del Fondo y secretario de Estado de Sanidad en EE UU.

Los más entusiastas de la idea -entre ellos el presidente francés, Jacques Chirac- se conforman ahora con unos 3.000 millones de dólares por año para el funcionamiento del Fondo Mundial, de los cuales EE UU debería aportar un tercio y la UE otro tanto. Sin embargo, nada de eso puede considerarse conseguido.

El presidente de EE UU, George W. Bush, suscitó expectativas al prometer un plan de 15.000 millones de dólares anuales, durante cinco años, en vísperas de la Cumbre del G-8 (los países más ricos del mundo), a principios de junio. Sin embargo, tal y como ha sido votado el proyecto por las dos cámaras parlamentarias de EE UU, dos tercios de esos recursos serán manejados por la Administración estadounidenses en sus relaciones bilaterales con países africanos y del Caribe. El otro tercio (1.000 millones de dólares por año) podría ir al Fondo Mundial.

Una de las dificultades es que la UE, pese a sus mayores convicciones multilateralistas, tampoco ha decidido cantidad alguna. La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, celebrada en junio en Salónica, no se puso de acuerdo en una aportación conjunta, pese al apoyo del primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente francés, Jacques Chirac.

Éste último cerró ayer la conferencia de expertos de París, con la promesa de incrementar la aportación de su país hasta 150 millones de euros por año (tres veces más de lo que da ahora). Chirac reiteró el llamamiento a la "generosidad" de los países ricos y evocó ideas tal como el establecimiento de una tasa internacional sobre "ciertas transacciones privadas" que permita disponer de recursos para alimentar el Fondo Mundial, sin precisar en qué podría consistir esa tasa o qué transacciones o productos debería gravar.

El presidente francés se vio interrumpido en pleno discurso por una veintena de personas que gritaron "vergüenza" y enarbolaron pancartas alusivas a la calderilla de las donaciones frente a la muerte de millones de personas. "Escuchen a los enfermos", gritó uno de los manifestantes, y Chirac contestó: "Os comprendo", antes de que el servicio de seguridad desalojara al grupo del salón donde se celebraba la conferencia.

De esta magna reunión sólo queda, en lo que se refiere a contribuciones, la posibilidad de que haya servido para estimular nuevas decisiones políticas en los próximos meses. Se estima en 42 millones el número de afectados por el sida en el mundo, el 95% de los cuales vive en países deprimidos o en vías de desarrollo, especialmene en África, y la enfermedad se propaga al ritmo de unos 14.000 casos nuevos cada día. En esta misma conferencia, el ex presidente surafricano, Nelson Mandela, atacó vivamente la "injusticia" de que los tratamientos antisida continúen siendo inaccesibles a la gran mayoría de los enfermos.

Miembros de la ONG antisida Act Up se manifiestan ayer en París.
Miembros de la ONG antisida Act Up se manifiestan ayer en París.REUTERS

Resistencia a los fármacos

Un 10% de los nuevos infectados con el virus del sida contraen cepas resistentes a los tratamientos antivirales utilizados habitualmente. Así lo afirma un estudio realizado en 17 países europeos sobre 1.633 enfermos a los que se había diagnosticado de nuevo la infección.

La resistencia se presenta "al menos" a un medicamento de una de las tres familias de moléculas terapéuticas, según el investigador holandés David van de Vijver. Ese estudio es el más amplio efectuado hasta la fecha, se hizo entre 1996 y 2002. Sin embargo, sus resultados no difieren sustancialmente de otro realizado en Canadá.

Algunos de los investigadores que comentaron el nuevo informe en París afirman que esto no debe inducir al pesimismo: los casos de resistencia a los fármacos se presentan también en enfermedades como la tuberculosis o se producen con los antibióticos en general, sin que por ello dejen de usarse. Lo importante es un buen seguimiento del tratamiento para reducir los riesgos de resistencia y evitar que nuevas cepas ocupen todo el terreno.

Se calcula que hacer una prueba personalizada a los enfermos para saber a qué cepas son resistentes costaría por cada uno de ellos entre 200 y 800 dólares. Y eso, claro, encarecería aún más el tratamiento de la enfermedad.

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