Peor no será

El Gobierno ha presentado su plan bianual España.es para impulsar la sociedad de la información. Éste llega tras el fracaso del pirotécnico plan trienal Info XXI que se lanzó en 2001 y que era una mera agregación de todas las partidas que rozaban la política en esta área. De ahí que se luciera la llamativa y engañosa cifra de 5.000 millones de euros. Ni logró sus objetivos ni se ejecutó el presupuesto previsto. El Ministerio de Tecnología muestra ahora, con el diseño de España.es, su propósito de enmienda. España.es introduce más sensatez en la gestión. Define objetivos y un seguimiento de su ejecución. El presupuesto es menor, 1.029 millones de euros, pero partidas que daban falsa prestancia a Info XXI y no figuran en España.es siguen vivas en otros programas.

El plan diseña tres grandes áreas de intervención: la administración electrónica, la educación y las pymes. Es más claro cuando habla de lo que pueden hacer las administraciones -dotación escolar, trámites telemáticos o digitalización del patrimonio español- que cuando depende también de la intervención de otros agentes. No se adivina cómo la Administración impulsará "contenidos de calidad" en Internet en sitios de terceros. Mientras que el diagnóstico sobre la pobreza telemática en las pymes es certero, las herramientas para lograr un cambio no están tan pormenorizadas como en otros capítulos. España está descolgada en muchos frentes de los niveles europeos en el uso de las tecnologías. España.es plantea que la mejor manera de introducir al ciudadano en sus ventajas es ofreciéndole servicios que le satisfagan. Es más convincente la agilidad con que puede hacerse la declaración de la renta por Internet que contar fantasías. En Educación se incide en algo muy importante, como es la formación del profesorado para que su ignorancia en este tema ante los alumnos no lo convierta en factor de rechazo.

Es verdad que la disponibilidad de tecnologías no lo es todo. Hay que poseer también una cultura de uso, es decir, saber sacarles el máximo partido. Pero el punto más polémico del plan es que no figure un programa sobre la banda ancha -hay planes en el ámbito rural- o una política de ayudas selectivas para el equipamiento del ciudadano. La evaluación de los resultados en las autonomías que han hecho políticas en este sentido da resultados contradictorios. Las dudas sobre el plan están más en lo que no contempla que en lo que propone. A finales de año deben cerrarse los detalles. Peor que Info XXI no puede ser.