Chirac declara que la idea de EE UU como gendarme pertenece al pasado

El presidente francés, Jacques Chirac, presionó ayer a sus socios europeos para que reflexionen sobre el modo de "flexibilizar" el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y puso entre paréntesis la obligación de mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB. Durante casi setenta minutos de entrevista televisada, con motivo de la fiesta nacional del 14 de julio, Chirac subrayó su pleno acuerdo con el canciller alemán, Gerhard Schröder, sobre la arquitectura de la futura Europa e insistió en que la idea de Estados Unidos como gendarme del mundo "pertenece al pasado"

En abierto contraste con su anterior intervención televisada, hace cuatro meses, en la que anunció el veto de Francia a una invasión militar de Irak, Chirac dedicó ayer sólo unos pocos minutos a la política exterior. No quiso responder directamente a la pregunta de si había tenido más razón que las autoridades norteamericanas y se limitó a recordar que él había querido dar más tiempo a los inspectores de Naciones Unidas para verificar si Irak tenía o no armas de destrucción masiva.

Volvió a negar que sea posible el "unilateralismo" para dirigir el mundo. Sonrió de manera indulgente al ser preguntado por las relaciones franco-norteamericanas y dijo que las dificultades habían sido "superficiales, mediáticas".

El presidente francés tampoco se manifestó "muy optimista" sobre la situación "intolerable" que existe en Oriente Próximo. Estados Unidos quiere aportar una contribución determinante a la evolución de ese conflicto, "pero no puede ser única". "Se necesita a la Unión Europea", añadió.

Por otra parte, y horas antes de las reuniones del Eurogrupo, que reúne a los ministros de Economía de la zona del euro, Chirac presionó sin tapujos, recordándoles que se debe ser "coherente con el imperativo de la estabilidad, pero sin disminuir el crecimiento". Francia, Alemania e Italia representan dos tercios del PIB de la zona del euro y ninguno de ellos parece en condiciones de garantizar el respeto al límite. Chirac no aludió a países como España, que han condicionado su política al criterio de mantener muy bajo el déficit público.

La intervención se produce en el contexto no sólo de las dificultades de la economía francesa, sino de los grandes planes europeos en materia de gastos, como los siguientes:

Infraestructuras. El ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, sostiene un ambicioso plan para lanzar la economía europea invirtiendo 50.000 millones de euros por año hasta 2010 en obras de infraestructura europea, además de impulsar proyectos de investigación y desarrollo. Varias grandes vías de comunicación propuestas han de pasar por Francia. De que se aprueben depende también el fin del aislamiento por tierra de la península Ibérica, ya que el tráfico pesado sólo puede atravesar los Pirineos por pasos situados en los extremos de la cadena montañosa, ya muy congestionados.

Defensa. Francia pelea para que las inversiones en gastos militares queden fuera del Pacto de Estabilidad. "Los responsables de Defensa están convencidos; sólo falta convencer a los de Finanzas", indican fuentes próximas a la ministra francesa de Defensa, Michèle Alliot-Marie.

Cultura. Chirac se felicitó ayer del reconocimiento de la "excepción cultural" en el proyecto de Constitución europea. En plena depresión nacional por la anulación de los más importantes festivales del verano, anunció que el Estado se hará cargo de la "ayuda a la creación cultural" para salir del "espantoso atolladero artístico, humano y económico" provocado por la anulación de los festivales. La insinuación de que los gastos culturales también deben exceptuarse de la regla general queda así sobre la mesa.

Porque Chirac dejó ayer muy claro que Francia no aumentará los impuestos ni las cargas sociales. Todo lo contrario. La fórmula de disminuir los gastos y aumentar los impuestos en este periodo de crecimiento débil "es un camino sin salida. Yo no conduciré a Francia por esa ruta", afirmó el presidente francés en respuesta a sus interlocutores. La solución en la que Chirac insistió consiste en una "adaptación provisional" del Pacto de Estabilidad a las actuales circunstancias. El presidente dedicó a esta cuestión y a las tensiones sociales francesas la mayor parte de una entrevista con los presentadores de los dos principales telediarios de Francia.

Chirac elogió la labor del Gobierno de Jean-Pierre Raffarin, pero descartó todo triunfalismo respecto a las reformas comprometidas por aquel y dio a entender que ha faltado capacidad de diálogo con los sindicatos y demás fuerzas sociales. El presidente anunció mucho más diálogo para resolver el conflicto en la enseñanza, que amenaza con calentar el otoño tras una primavera y un comienzo del verano salpicados de huelgas y de manifestaciones.

Chirac lamentó el 'no' de los corsos al cambio institucional que les había ofrecido el Gobierno, pero no planteó más alternativa que la de "reprimir la violencia, ante todo".