Humor cubano frente al conflicto diplomático con España e Italia

El proverbial choteo cubano ya ha convertido en chanza la última bronca entre Fidel Castro y los gobernantes de España e Italia. "¿A que no sabes por qué los cubanos hablamos tantos idiomas?", pregunta el dependiente de una tienda antes de cobrar. "Muy sencillo: por la cuenta que nos trae, pues hacemos amigos y enemigos con bastante facilidad".

El chiste es del jueves pasado, cuando aún retumbaban en el asfalto de la Quinta Avenida y el Malecón de La Habana los pasos de la multitud que ese día desfiló ante las embajadas de España e Italia. "Ríndete, Asno", fue uno de los lemas dedicados a José María Aznar por la masa que encabezó Fidel Castro, vestido de uniforme verdeoliva y calzado con unas bambas negras, al pasar frente a la misión diplomática española. En la otra punta del Malecón, Silvio Berlusconi fue llamado "Burlesconi" y comparado con Nerón y Benito Mussolini, en presencia del ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Raúl Castro.

Las marchas de repudio, en las que según cálculos oficiales participaron un millón de cubanos, fueron convocadas en un tiempo récord: menos de 24 horas. El objetivo del despliegue fue "responder" a ambos países y a la Unión Europea por las sanciones políticas adoptadas por los Quince la semana pasada en represalia por el encarcelamiento de los opositores.

Sin duda, la medida que más molestó a Fidel Castro fue la decisión de invitar a los disidentes a las recepciones que en lo adelante se organicen con ocasión de las fiestas nacionales en las embajadas de la UE en La Habana. El mandatario afirmó que ningún funcionario cubano irá a las embajadas a las que vayan "contrarrevolucionarios", y advirtió a los diplomáticos que los inviten que no serán convocados a ningún acto oficial. Y dijo más: si su propósito es mantener este tipo de contactos, "sobran" en Cuba; y no importa si hay que echar a "uno, o tres, o cinco, o a todos".