Maragall propone a los avellaneros la búsqueda de soluciones no subvencionadas a medio plazo
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Las ayudas que recibe la agricultura en los países de la Unión Europea impiden la competencia en igualdad de condiciones de los productos agrarios procedentes de los países ribereños del Mediterráneo, describió ayer Pasqual Maragall durante una jornada de reflexión sobre el islam y Occidente. El presidente del PSC afirmó que el sector de la avellana deberá aceptar a medio o largo plazo el fin de las ayudas una vez que los agricultores "hayan tenido el tiempo suficiente para adaptarse", para así propiciar un sistema de relaciones comerciales equilibradas en el entorno mediterráneo.
Los cambios necesarios para equilibrar las diferentes economías de los países mediterráneos exigen revisar las medidas proteccionistas imperantes en la Unión Europea, si bien un proceso de estas características no puede abordarse "desde un moralismo benefactor, sino desde el realismo", afirmó Maragall en su ponencia.
El presidente del PSC afrontó el ejemplo de la avellana como paradigma de los nuevos tiempos que se avecinan. "La gente no es tonta y sabe que no puede estar mucho tiempo viviendo de subvenciones", aseguró, pero precisó que, aunque las transformaciones hacia la igualdad económica entre los países mediterráneos son necesarias, hace falta tiempo para que las producciones subvencionadas encuentren alternativas económicas. "No se puede cambiar un paisaje de golpe", concluyó Maragall.
Las exigencias de la economía globalizada en la zona del Mediterráneo no se reducen a la progresiva desaparición de las medidas proteccionistas, en opinión del líder socialista. Es necesaria también la implantación de poderes supranacionales que regulen las tensiones que puedan enfrentar a colectivos pertenecientes a diferentes países porque, en opinión de Maragall, "se ha demostrado la ineficacia de los Estados para resolver los conflictos más allá de sus intereses".
Maragall reclamó "díálogo" para poder encontrar "caminos sugestivos para abordar los nuevos problemas de la economía globalizada". Puso como ejemplo la que llamó "tasa Chirac", un impuesto sobre el tráfico de armas cuyo importe se utilizaría en la lucha contra la pobreza. Entre otros expertos, en la jornada de debates participó también el secretario de Economía del Gobierno brasileño y ex alcalde de Porto Alegre, Tarso Genro, que presentó las propuestas políticas y económicas que está implantando el Gobierno de Lula da Silva. Tarso defendió la democracia frente al capitalismo, ya que éste no es incompatible con la esclavitud y en cambio la democracia sí lo es.
No se trata de discusiones sobre el vacío. Unas horas antes, un millar de agricultores de la avellana se movilizaron en la Costa Dorada, informa Europa Press. La protesta fue organizada por Unió de Pagesos y reunió 300 tractores, que se desplazaron desde Reus a Salou para presionar al Consejo de Agricultura de la UE, que se reunirá la próxima semana pra debatir la reforma de la Política Agraria Común.
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