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Ropas a prueba de genes

Estados Unidos recurre al etiquetado con ADN para combatir las importaciones de artículos de moda y productos textiles falsificados

La falsificación de artículos de ropa de diseño y artículos textiles supone una sangría para la Hacienda norteamericana. El año pasado entraron por las fronteras de EE UU unos 8.000 millones de dólares en estos productos fraudulentos. Ahora se quiere acabar con esas prácticas y, para ello, Applied DNA ha desarrollado un sistema que promete ser infalible.

En EE UU se importan textiles y ropa de marca por valor de 80.000 millones de dólares al año, pero otros 8.000 millones son de contrabando
Las corporaciones se gastan conjuntamente más de 6.000 millones al año en combatir el fraude de marca a nivel internacional
Los códigos genéticos identifican al país de origen de los productos textiles, la fábrica y el diseño, pero pueden incluir información adicional

El etiquetado con ADN, el ácido desoxirribonucleico (DNA en inglés), el componente fundamental de los genes, es el último arma desarrollada en Estados Unidos para combatir la importación de productos de marca falsificados, especialmente tejidos y ropa de diseñadores internacionales o complementos de piel. Las enormes pérdidas derivadas de los 8.000 millones de productos textiles que entran anualmente de contrabando en Estados Unidos han acelerado la búsqueda de tecnologías para detectar réplicas en las aduanas. El Gobierno del presidente George W. Bush quiere implantar en el próximo mes de enero un sistema de rastreo del que se encargaría la empresa Applied DNA Sciences Incorporated.

Applied DNA ha adquirido la primera patente para Estados Unidos y Europa del sistema de inserción de ADN en una gama de etiquetas y logotipos que van desde las telas y el papel, al plástico, cuero u otras superficies. Los códigos genéticos identifican el país de origen, la fábrica y el diseño concreto, pero pueden incluir información adicional. El prototipo ya lo están utlizando varias empresas textiles norteamericanas. El método de elaboración del ADN funciona así: trazas de códigos genéticos no humanos, generalmente extraídos de plantas, se mezclan con una tinta invisible que luego se puede aplicar bien a la materia prima o en cualquier momento de la cadena de producción.

La prueba para verificar posteriormente la presencia del ADN es simple, basta pasar sobre la tela un algodón impregnado con una solución que activa un determinado color en la tinta incolora. También se puede autentificar con un escáner manual, que de acuerdo a Applied DNA, sería el método más eficaz en las inspecciones de aduana.

Barrera de seguridad

Larry Lee, jefe de operaciones de la empresa, sostiene que su fórmula biotecnológica provee "una barrera de seguridad virtualmente imposible de replicar", que puede ser reforzada además con una segunda o tercera barrera de ADN. Otros expertos de la industria consideran, sin embargo, que su optimismo es "excesivo" porque cualquier código puede ser descifrado.

El Departamento de Comercio ha seleccionado exclusivamente a Applied DNA entre varias empresas que desarrollan técnicas similares porque es la única capaz de preservar la secuenciación genética durante 100 años, mientras que las demás sólo han logrado estabilizarlo por cuatro meses. Pero Comercio contempla también la posibilidad de detectar las falsificaciones mediante nanocódigos de barras o marcadores fluorescentes.

En Estados Unidos se importan legalmente productos textiles y ropa de marca por importe de 80.000 millones de dólares al año, pero otros 8.000 millones aproximadamente entran de contrabando. Las pérdidas de las importaciones ilegales repercuten tanto en la industria de manufactura textil como en las arcas de la Hacienda pública, que dejan de recaudar cientos de millones de dólares en impuestos, y en la pérdida de empleos en el sector. El año pasado el Servicio de Aduanas requisó 45 millones de dólares en ropa, seis veces más de la que decomisaron en 2001, y otros tres millones en bolsos y complementos de piel.

A nivel global, el mercado de falsificaciones asciende a 350.000 millones de dólares, y las corporaciones se gastan conjuntamente más de 6.000 millones de dólares al año en combatir el fraude en todo el mundo. Las cifras revelan el inmenso potencial de ventas del sistema de etiquetado de ADN, pero en gran parte dependerá del coste. Según datos del Instituto Americano de Manufactura Textil, el sector está dispuesto a pagar un céntimo de dólar por libra de algodón (aproximadamente 2,2 céntimo por kilo). En declaraciones recientes a The Wall Street Journal, Larry Lee aseguró que ese precio se ajusta a los cálculos de su empresa.

En un análisis de expectativas de negocio, Applied DNA Sciencies -un star-up, una pequeña empresa de alta tecnología con mucha capacidad de crecimiento, y todavía sin beneficios-, proyecta un crecimiento exponencial señalando que el campo de aplicación de su etiquetado de ADN abarca tanto el sector público como el privado, ya sea en empresas de confección como de cosmética, farmacia, arte y entretenimiento o sistemas de seguridad.

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