Aznar asegura que el 'plan Ibarretxe' "es el único motivo de alegría de ETA"

José María Aznar acudió ayer a San Sebastián a reclamar a los vascos que paren con sus votos el plan soberanista del lehendakari Ibarretxe porque "es el único motor de alegría que les queda a los terroristas". El presidente del Gobierno, que definió el plan Ibarretxe como "motivo de fractura de la sociedad vasca, de aislamiento y cuesta abajo para el País Vasco y de rendición ante los terroristas", aseguró que el 25M es una cita crucial para detenerlo. Aznar intervino en el donostiarra Palacio de Miramar en un acto cerrado para militantes y rodeado de fuertes medidas de seguridad.

Momentos antes de la intervención del presidente del Gobierno, José María Muguruza, ex decano del Colegio de Abogados de San Sebastián, que figura como independiente en la lista del Ayuntamiento donostiarra encabezada por María San Gil, había dicho que entre el 25M y las elecciones generales se juega "la final contra la ofensiva nacionalista sin precedentes al dictado de ETA", como definió al plan Ibarretxe. Muguruza añadió que el paso siguiente de ese plan sería "la secesión del País Vasco".

Aznar, igual que en Bilbao hace 15 días, apenas atacó a los socialistas, porque confía en construir una alternativa con ellos frente al nacionalismo. Por tanto, centró sus ataques en Ibarretxe y su plan soberanista. Sus predecesores en el uso de la palabra, Muguruza y el presidente del Foro de la Emigración, el antropólogo donostiarra Mikel Azurmendi, se encargaron de pedir a los socialistas su incorporación a la alternativa para derrotar al nacionalismo.

Aznar colocó el plan Ibarretxe en la diana como enemigo principal de Euskadi en este momento, cuando "el País Vasco y España nunca han estado tan fuertes contra el terrorismo, cuando los que quisieron adueñarse de las calles han fracasado y cuando se les ha ganado la batalla de la libertad a los cómplices del terrorismo", en alusión a la ilegalización de Batasuna y a la anulación por los tribunales de las candidaturas que pretendían suplantarla.

Aznar aseguró que en esta situación el PNV ha vuelto a ayudar a la banda terrorista, como "lo hizo con el Pacto de Estella" en 1998. "Engañaron una vez diciendo que traían la paz mientras pactaban con ETA, y lo intentarán otra vez". Aznar añadió que los nacionalistas "no quieren reconocer que el problema lo tienen con los miles de vascos que no quieren pasar por el aro de Ibarretxe". "Esa mercancía ya no la compran", redondeó con una ovación.

El presidente aprovechó la ocasión para explicar su estrategia contra el terrorismo. Dejó claro que se acabaron los tiempos de las conversaciones con ETA para lograr la paz. "Nadie va a cobrar un precio político por la democracia y la paz", añadió, y aseveró contundentemente: "Hemos apostado por derrotar al terrorismo con el Estado de derecho en la mano".

La estrategia de Aznar se completa con la construcción de una alternativa de los constitucionalistas frente al nacionalismo y a ETA. Por eso pidió a los vascos que apoyen al PP en las urnas para levantarla. En ese momento dirigió el único reproche al PSOE por "no tener la solidez de nuestras convicciones ni nuestro nivel de compromiso contra el nacionalismo".

Por la noche Aznar, en otro mitin en Burgos, se dirigió a ETA, cuyos portavoces acababan de hacer una declaración pública, en estos términos: "Los que se empeñan en seguir en esa dirección caerán uno tras otro y cumplirán íntegras todas sus penas". Aprovechó la presencia de José Antonio Ortega Lara, la persona secuestrada por ETA que más tiempo ha permanecido en cautiverio, para rendir homenaje a las víctimas del terrorismo.