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Estados Unidos denunciará ante la OMC la moratoria europea contra los transgénicos

Bruselas considera equivocada e innecesaria la decisión de Washington

Estados Unidos y la Unión Europea encontraron ayer un nuevo foco de tensión con el anuncio en Washington de que la Administración de George W. Bush va a denunciar a Bruselas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por sus trabas al comercio de productos genéticamente modificados (OGM). La denuncia de Washington, suscrita por otros tres países y secundada por otros nueve, fue calificada de equivocada e innecesaria por Bruselas. Estados Unidos considera que las futuras medidas que se plantean los Quince seguirán dificultando su acceso al mercado europeo.

Washington realizó una combativa puesta en escena para dar la noticia. Robert Zoellick, representante estadounidense de Comercio, y Ann Veneman, la secretaria de Agricultura, se hicieron acompañar de tres prominentes científicos extranjeros, un agricultor surafricano y emisarios de los países signatarios para comunicar que "la moratoria de la UE viola las reglas de la OMC". Según Washington, la cerrazón europea no sólo "amenaza con negar el desarrollo de una tecnología con enormes beneficios potenciales para productores y consumidores en todo el mundo", sino que obstaculiza la puesta en práctica "de significativos medios para combatir el hambre y la desnutrición que afectan a cientos de millones de personas en todo el mundo".

La UE había aprobado la producción o importación de nueve productos genéticamente modificados, incluidos el maíz y la soja, antes de imponer en octubre de 1998 la moratoria sobre futuras solicitudes contra la que se alza Washington. EE UU, donde el 75% de las cosechas de soja, el 71% del algodón y 34% del maíz están genéticamente modificadas, admite que la OMC autoriza la imposición de controles sobre productos por motivos sanitarios o medioambientales, pero alega que la UE no ha ofrecido suficientes pruebas científicas para sostener su moratoria, además de prolongarla sin justificación. "Hemos esperado pacientemente durante cinco años", manifestó ayer Zoellick.

De esa opinión son Argentina, Canadá y Egipto, los tres codenunciantes, y Australia, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Nueva Zelanda, Perú y Uruguay. Todos ellos recuerdan que ya en 2000, la comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallstrom, dijo que la moratoria además de excesiva era ilegal.

Arancha González, portavoz de Comercio de la Comisión Europea, lamentó ayer en Bruselas el nuevo altercado con Washington. La denuncia es "equivocada e innecesaria", dijo. "En la UE tenemos un sistema transparente y no discriminatorio para autorizar los OGM que se ajustan a las reglas de la OMC. Y hay legislación pendiente que lo va a mejorar". EE UU considera que estas propuestas europeas de apertura al comercio de OGM seguirán poniendo trabas y encareciendo sus exportaciones hacia la UE.

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