El material genético del coronavirus es muy estable

Un equipo de investigadores del Instituto Genómico de Singapur ha comparado el genoma del virus causante de la neumonía asiática, un coronavirus desconocido hasta el presente brote, en muestras procedentes de pacientes de seis zonas afectadas: Singapur, Canadá, Hong Kong, Vietnam, Pekín y la provincia china de Guangdong. La comparación ha revelado una inesperada estabilidad del material genético del virus.

Los coronavirus no utilizan como material genético el ADN, sino una molécula similar llamada ARN, que suele acumular variaciones con gran rapidez. De ahí que los científicos esperaran encontrar muchas diferencias entre los virus aislados en distintas zonas. Pero no ha sido así. Por un lado, la estabilidad del virus es una buena noticia, ya que facilitará el desarrollo de una vacuna (los virus muy variables suelen escapar con facilidad de las vacunas).

Sin embargo, los resultados eliminan la esperanza de que el coronavirus fuera acumulando mutaciones que lo hicieran menos agresivo (atenuación), como ocurre a veces con los brotes del Ébola. La atenuación es un fenómeno común cuando un virus salta al ser humano desde otra especie. Pero en el caso del virus de la neumonía, ese salto se produjo probablemente hace mucho tiempo, y la epidemia actual es consecuencia de todo lo contrario a la atenuación: una mutación ocurrida ya en la especie humana, que lo ha hecho más agresivo.