Josep Maria Beà, Keko y David Clowes, premiados
Josep Maria Beà (Barcelona, 1942), uno de los clásicos en activo del cómic español, obtuvo ayer el reconocimiento de su intensa trayectoria con el Gran Premio del Salón de Cómic, dotado con 3.000 euros. Formado, como casi todos los dibujantes de su generación, en la gran escuela del trabajo de agencia para editoriales extranjeras, Beà realizó un importante salto cuando publicó historias de horror para el editor estadounidense James Warren. Pero su fama, que aún perdura -sobre todo desde que la editorial Glénat decidió reeditar su obra-, proviene de Historias de Taberna Galáctica, relatos breves en los que, con un humor surrealista y en un contexto fantástico, Beà afinaba con acierto al definir cuáles son las auténticas claves del comportamiento humano. El dibujante prepara desde hace tiempo una biografía que aportará nuevos datos y anécdotas del mundo del cómic español en los últimos 50 años, El autor empezó a trabajar profesionalmente con tan sólo 15 años.
El salón también premió como mejor obra extranjera -galardón sin dotación económica- publicada en España a David Boring, de Daniel Clowes (Ediciones La Cúpula). Este cómic es un representativo ejemplo de la línea de Clowes, caracterizada por la aparición en sus historietas de jóvenes inseguros que tratan de sobrevivir en poblaciones grises que describen lo más apagado y turbio del sueño americano.
El premio a la mejor obra de 2002 recayó en 4 botas (1.500 euros), un brillante retorno al mundo del cómic del dibujante Keko, uno de los más destacados autores formados en la excelente cosecha del cómic madrileño de los años ochenta. El galardón al mejor guión (1.500 euros) recayó en Atravesado por la flecha, de Luis Durán (Ediciones Astiberri). El valenciano Víctor Santos (1977) fue premiado como autor revelación (1.500 euros). El premio a la mejor revista de cómics fue para U y el de mejor fanzine, para El Naufraguito (600 euros).
