Gobierno y PSOE llevan al Congreso el debate electoral sobre la delincuencia
Acebes dice que los delitos subieron un 4,9% en 2002 y el PSOE, que un 8,9%
El Gobierno y el PSOE se tiraron ayer los trastos a la cabeza en el Congreso a vueltas con la inseguridad ciudadana. El ministro del Interior, Ángel Acebes, culpó a los socialistas de que la criminalidad haya crecido durante el mandato del PP un 20,08%, se jactó de haberla hecho descender en lo que va de año un 2,83% y subrayó que el PSOE se convirtió en sus 14 años en el poder "en el campeón olímpico del aumento de la delincuencia". El socialista Victorino Mayoral le replicó que el aumento se mantiene, que éste es siempre culpa del que gobierna y que de bajada de la criminalidad, nada de nada.
La sesión de control al Gobierno en el Congreso se convirtió en un debate casi electoral sobre el estado de la seguridad ciudadana, uno de los ejes de la campaña para el 25-M. Parecía que la sesión se iba a quedar en una continua contraposición de cifras y acusaciones, trufadas con un toma y daca de "y tú más". Pero al final hubo un verdadero debate de fondo, aunque corto, sobre la criminalidad, sus causas y los enfoques para combatirla.
Según Acebes, los socialistas elaboraron en 1995 un Código Penal que está en el origen de los males de hoy porque, según el viejo proverbio castellano, se castiga el delito y se compadece al delincuente. Por ello, argumentó, se dejaron sin castigo las faltas (los arrestos de fines de semana en calabozos municipales han fracasado), hasta el punto de que "las organizaciones criminales prohíben a los suyos robar cosas por un valor superior a las 50.000 pesetas, porque les dicen que el PSOE dejó eso sin penar".
La diferencia, explicó el ministro, es que, mientras los socialistas sólo proponen medidas sociales contra el delito, "porque creen que la sociedad es también responsable de la vida del delincuente", el PP "cree en la libertad y responsabilidad individual y que hay gente que libremente opta por vivir de la delincuencia, y ante eso hay que tomar medidas sociales, pero también de represión y castigo".
Mayoral replicó que, efectivamente, los socialistas no creen "en el criminal nato", algo propio, añadió, de "las lecturas de San Agustín que hace el señor ministro", pero sí creen "en la responsabilidad personal y social" que asumen el delincuente y la sociedad. Frente a eso, dijo, Acebes se ha apuntado "a la interpretación reaccionaria de las leyes penales de José María Michavila [ministro de Justicia]" y a un "neoliberalismo yanqui de manual ya trasnochado".
Todo lo demás, fueron cifras y contracifras, lanzadas justo el día en el que el Instituto de Estudios de Seguridad y Policía (IESP), dependiente del Sindicato Unificado de Policía (SUP), publicaba su boletín sobre la delincuencia. Pero los datos sobre 2002 no coinciden, pese a que las tres partes manejan datos oficiales. Acebes aseguró que el año pasado la criminalidad creció un 4,9% respecto a 2001, a lo que Mayoral contestó que el incremento fue de un 8,9% mientras el boletín subraya que subió un 5,1%.
Y tampoco coincidieron los datos de este cuatrimestre facilitados por Acebes y Mayoral. El ministro subrayó que de enero a marzo las infracciones penales (delitos más faltas) han caído un 1,59% y hasta un 2,83% en el territorio bajo jurisdicción del Cuerpo Nacional de Policía. "Los delitos, no las faltas, han bajado un 7,28%, de forma que en el primer trimestre de 2002 se cometieron 258.012, frente a los 239.229 de este año, es decir, 18.783 menos", aseguró.
Pero Mayoral replicó que esos datos estaban "tergiversados", insistió en que todos los planes de seguridad lanzados por el Gobierno "han fracasado" y subrayó que en algunas localidades de Madrid, como Pozuelo de Alarcón o Alcorcón, los delitos han aumentado en el primer trimestre "casi un 30%"
Y lo que no fueron datos ni imprecaciones ni debate de fondo fueron señalamientos de culpabilidad. Acebes volvió a culpar a los socialistas del aumento de la criminalidad, tanto por lo antedicho del Código Penal como por su mala política respecto a las plantillas de policía y la Guardia Civil. Para ejemplificarlo, el ministro dijo que mientras en 2002 se habían conocido en Madrid 124.714 delitos, en 1988 esa cifra se elevó a 153.232 "con menos población". La contestación de Mayoral fue: "Hacer oposición de la oposición es un ataque por la espalda. ¿Qué quiere, que paguemos dos veces por lo que hicimos? Ya hemos pagado y ahora les toca a ustedes".
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