Lobato plantea renunciar al sueldo de senador para compaginar el escaño con su labor en Hacienda, y el Senado duda de que pueda hacerlo
Tras ser sustituido por Óscar López al frente del PSOE de Madrid, el exlíder anuncia un cambio que choca con la LOREG y debe ser aprobado por la Cámara

El que fuera líder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha decidido renunciar a su sueldo como senador a partir del próximo periodo de sesiones, que arranca en septiembre, para reincorporarse a su puesto en la Agencia Tributaria sin dejar el escaño, aunque este movimiento debe ser aprobado por la comisión de incompatibilidades del Senado. Como el artículo 157 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) hace incompatible la condición de senador con un puesto en las administraciones públicas, la dificultad de que se acepte su propuesta es máxima. “No parece lo más ortodoxo”, afirma una fuente con galones en la Cámara Alta, que desliza que lo previsible es que la idea sea rechazada. “Veremos qué dicen, hay tiempo”, sostiene el senador en contacto con este diario. La asignación de base para todos los senadores es de 3.284,91 euros al mes.
Solo un día después de que acabara el congreso que ha confirmado su sustitución por Óscar López, Lobato ha apostado por dar un paso que facilitaría su posible salida de la política a partir de 2027, cuando las elecciones autonómicas pondrán en juego los escaños que ocupa ahora mismo en el Senado y el Parlamento autonómico de Madrid. Porque Lobato perdió la gran mayoría de sus apoyos internos tras conocerse que registró ante notario la conversación con Pilar Sánchez Acera, nueva secretaria de organización del PSOE de Madrid, en la que esta le proporcionaba un email confidencial del caso que afecta a Alberto González Amador, pareja de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Un síntoma de desconfianza hacia su propio partido que lo dejó sin respaldo y que supuso su caída.
“A partir del siguiente periodo de sesiones tengo la intención de compaginar la labor de senador renunciando a mi asignación salarial con la reincorporación a mi puesto en la Agencia Tributaria”, ha avanzado Lobato a través de un comunicado publicado en la red social Bluesky. “Es bueno que quienes nos dedicamos en algún momento a la política tengamos una carrera profesional y no nos desvinculemos de ella”, ha seguido. “Nunca hay que estar en la política para vivir de la política”, ha añadido el exportavoz, que en conversación con este diario ha aclarado que seguirá cobrando ciertos complementos en concepto de sueldo, previsiblemente el de más de 1.000 euros que recibe, pero no la parte principal de su salario por dedicación exclusiva. “Y recuperar contexto y realidad social es muy conveniente cada cierto tiempo”.
Sin embargo, en aplicación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), el exsecretario general del PSOE-M podría incurrir en una incompatibilidad con su cargo de senador por designación autonómica si vuelve a su trabajo en la Agencia Tributaria. El artículo 157 de la norma estipula que la condición de diputado y senador es “incompatible con el ejercicio de la Función Pública y con el desempeño de cualquier otro puesto que figure al servicio o en los Presupuestos de los órganos constitucionales, de las Administraciones Públicas, sus organismos y entes públicos, empresas con participación pública directa o indirecta, mayoritaria, o con cualquier actividad por cuenta directa o indirecta de los mismos”.
Será la comisión de incompatibilidades del Senado, presidida por José Antonio Monago (PP), la que se encargará de dilucidar si el exlíder del PSOE de Madrid puede hacer lo que quiere, o debe dejar su escaño para volver a Hacienda. Concretamente, Lobato deberá presentar una “modificación de su condición de senador” a este órgano para que decida si puede o no volver a la Agencia Tributaria.
“Veremos qué dicen, hay tiempo”, ha dicho Lobato, que aún no ha registrado oficialmente su solicitud, tras ser consultado al respecto por este diario. “Una vez incorporado en Hacienda quiero usar el derecho a asistir a las sesiones del Senado por el permiso por deber público inexcusable que tenemos los funcionarios”.
En todo caso, con este movimiento el antiguo secretario general del PSOE de Madrid, y candidato a la presidencia regional en 2023, perfila la posibilidad de un futuro fuera de la política tras un fin de semana en el que el partido le hizo el vacío. No hubo recuerdos ni agradecimientos a Lobato durante el congreso regional, celebrado en el campus de Leganés de la Universidad Carlos III. Apenas la elección de Mar Espinar, su fiel colaboradora, como portavoz en la Asamblea, supuso un recuerdo indirecto de su figura. Y él mismo evitó pisar el cónclave, y se dejó ver montando en bicicleta por la sierra madrileña mientras sus compañeros de partido proclamaban a López como nuevo líder.
“Para mí, este momento es una buena ocasión para hacerlo, ahora que estoy fuera de la primera línea política después de nueve años como alcalde y portavoz parlamentario”, reconoce Lobato sobre su decisión de renunciar al sueldo pero no al escaño. “Esto me facilitará también para futuras etapas políticas poder disponer de una concepción profunda y actualizada de la realidad en el ámbito profesional y fuera de la política”, añade.
La carrera de Lobato dio un giro inesperado cuando se conoció que había registrado ante notario una conversación por WhatsApp con Sánchez Acera en la que esta le proporcionaba un email del caso González Amador, investigado por la presunta comisión de dos delitos de fraude fiscal, para que lo enseñara en un debate de la Asamblea.
Ante la investigación abierta por el Supremo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta filtración del correo, Lobato quiso certificar que a él se le había explicado que provenía de la prensa. Un síntoma de desconfianza hacia la operativa interna del PSOE que lo dejó sin apoyos, precipitó su caída y ahora le hace querer compaginar su labor política con la de Hacienda. No hay mejor resumen de su soledad que la frialdad con la que ha despachado Óscar López su decisión. Durante una entrevista en la cadena SER, el nuevo secretario general del PSOE de Madrid se ha negado a valorarla. “Gracias por el trabajo realizado”, se ha limitado a decir.
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