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Sloterdijk critica el afán del hombre actual por simular unas necesidades que ya no tiene

El filósofo alemán presenta el primer volumen de 'Esferas', su obra más ambiciosa

José Andrés Rojo

La primera entrega de Esferas (Siruela) se subtitula 'Burbujas' y tiene más de 560 páginas. La segunda parte, Logos, y la tercera, Espumas, son también volúmenes extensos. Es la obra más ambiciosa de Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 1947), el heterodoxo filósofo alemán que estuvo ayer en Madrid para presentarla en una rueda de prensa. Más adelante, dialogó sobre su obra en el Instituto Goethe con Isidoro Reguera e Ignacio Gómez de Liaño. Para Sloterdijk, el hombre actual no lucha ya contra la necesidad para ser libre, sino que, siendo libre, simula sus ataduras.

"Las viejas ideas del humanismo ya no sirven para contar lo que nos pasa", dijo Peter Sloterdijk. "Los seres humanos han aprendido que desde el siglo XIX viven en un mundo que se ha descrito de forma errónea. Bruno Latour ha definido el humanismo como la ideología del hombre desnudo, y sin embargo hoy sabemos que el hombre está vestido y que vive acompañado de múltiples objetos". Para el filósofo alemán, el hombre no está solo entre los hombres. "Convive con las piedras, las plantas, los animales, las armas, las máquinas, los dioses, los jefes de Estado, los espíritus más variados, y de todo eso hay que dar cuenta".

De la teología a la música pop, del arte a los descubrimientos genéticos, de los viejos conceptos filosóficos a nuevos términos y expresiones que pretenden definir otra realidad, Sloterdijk se mueve en el terreno del pensamiento con una saludable libertad que no respeta géneros ni los grandes discursos académicos. Su capacidad polémica ha enfurecido a los grandes popes de la filosofía alemana, como Habermas, y la crítica suele destacar la originalidad y transparencia de su escritura.

Su ensayo más conocido, Crítica de la razón cínica, que Siruela acaba de reeditar, es el texto filosófico más vendido en Alemania desde La decadencia de Occidente, de Spengler, comentó su actual editor en España, Jacobo Siruela. En Esferas pretende filosofar a partir de lo más cercano, el espacio, y su lema, como escribe en la introducción, es: "Manténgase alejado quien no esté dispuesto de buen grado a elogiar la transferencia y a rebatir la soledad".

"La visión clásica del hombre es la de alguien subyugado por las necesidades que busca la libertad", dijo Sloterdijk. "Lo que ocurre hoy, sin embargo, es que los hombres viven en libertad, incluso con ciertos lujos, y se imponen simular unos padecimientos que no tienen.Esta comedia de la necesidad es la gran ideología de nuestro tiempo. Así que ese hombre rico y feliz sólo tiene dos opciones: o suicidarse o dedicarse a correr maratones. La pasión por el deporte es uno de los síntomas más elocuentes de nuestra actual sociedad. Y los españoles podrían preguntarse por qué antes tuvieron tantos santos y hoy tienen tan buenos corredores de maratón".

Sloterdijk contestó a preguntas muy variadas. Dijo que el hombre hoy ya "ha terminado su cursillo de nihilismo", que éste forma ya parte de lo que somos. Reivindicó el saber teológico para acercarse al presente y señaló que no piensa en el individuo aislado, sino en el que entra en relación con el otro, en la pareja. Recordó la "maravillosa altivez" de Hanna Arendt y reconoció su profunda deuda con Robert Musil y Hermann Broch. Pensando en éste, habló del sonambulismo como de una forma efectiva de salir del círculo cerrado del sujeto y el objeto, y acceder a otras realidades.

El filósofo alemán Peter Sloterdijk, ayer en Madrid.
El filósofo alemán Peter Sloterdijk, ayer en Madrid.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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