Un susto pasado por agua
La rotura de un envío de muestras líquidas desata la alarma en Madrid ante la posibilidad de que contuviera legionela
Un paquete con agua sospechosa de estar contaminada con legionela activó ayer todas las alarmas en una empresa de paquetería del Centro de Transportes de Madrid, junto al mercado de mayoristas Mercamadrid. Expertos de la policía científica se desplazaron al lugar, pertrechados con aparatosos equipos antibacteriológicos, para analizar la caja. Los trabajadores que habían manipulado el paquete fueron aislados y atendidos por el servicio de urgencias Samur, aunque el riesgo de contagio era nulo, porque la legionela sólo se transmite al inhalarla por el aire, no disuelta en agua ni en la comida.
El accidente se produjo a las 8.30 en Chronoexprés, la empresa de transporte urgente de Correos y Telégrafos. Un grupo de trabajadores estaba descargando un paquete cuando alguien notó que rezumaba agua. Al abrirlo, el personal encontró seis botellas y un papel con el nombre del remitente -la Subdelegación del Gobierno en Vizcaya- y el del destinatario: "Laboratorio de Legionela del Centro Nacional de Microbiología".
"Eso hizo saltar la alarma. Aislamos a los diez o doce trabajadores que habían estado en contacto con el paquete y avisamos al Samur y a la policía", explicó Emilio García Foj, director de Operaciones de Chronoexprés. Las botellas contenían sólo agua. Ésta procedía de los depósitos de un barco de Bilbao y su destino era el Centro Nacional de Microbiología. "Son inspecciones rutinarias que hace el Ministerio de Sanidad", señaló un portavoz de la Subdelegación del Gobierno en Vizcaya. Este portavoz agregó que Sanidad les había asegurado que el envío no era peligroso porque la legionela en agua no es contagiosa, y que por eso se decidió transportar las muestras sin ninguna medida de seguridad especial.
Los análisis realizados por la policía, ante la asombrada mirada de periodistas y curiosos en el lugar del accidente, dieron negativo. El paquete, a falta de los análisis definitivos, era inofensivo. Aun así, la psicosis se instaló durante unas horas en el mercado central de Madrid. "Es lógico, dado el momento...", musitaba un miembro del Samur.
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